Derrota del Cocinas Bulthaup en Burgos agravada por el estado de Nigeruk

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Descontada la derrota ante un rival reforzado con el chino Li Zhuoyang, la mayor preocupación del club vilagarciano es comprobar que el dolor en la muñeca derecha de su jugador ucraniano no remite

12 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con un trío de circunstancias se presentaba en la tarde del sábado el Vilagarcía Cocinas Bulthaup en el local de juego del Universidad de Burgos. Un equipo que a pesar de estar por debajo del cuadro arousano en la clasificación, se volvía inaccesible para los de Antonio Castro tras el fichaje del chino Li Zhuoyang. De ahí que el propio Castro, entrenador del primer equipo del club y jugador de su plantilla de Segunda Nacional, optase por aprovechar su condición de conductor del Vilagarcía Cocinas Bulthaup en el desplazamiento a tierras burgalesas inscribiéndose en el acta del encuentro, ahorrando el presupuesto dedicado a Lauric y Obeslo para empresas más rentables. El resultado final, un «4-0 sin apelación posible».

Así se refería ayer Castro al encuentro, que él mismo abría ante el rumano Alexandru Cazacu cayendo 11-6/11-3/11-3 y cerraba ante Li Zhuoyang 11-2/11-1/11-7. Entre uno y otro duelos, Andrés Guillermo Correa cedía en cuatro juegos ante la estrella oriental del Universidad de Burgos 11-9/8-11/11-7/11-5, con Sergei Nigeruk rozando el punto del honor ante Jorge Ausín, llevando el emparejamiento al límite: 6-11/11-2/11-13/11-4/11-7.

Por la parte que le corresponden, preguntado por el que ha sido su estreno como jugador en la Superdivisión, la máxima categoría del tenis de mesa español, Antonio Castro se arranca con una carcajada, para comentar que lo vivió «con dignidad, saliendo a jugar consciente de que te van a masacrar», pero también de que los jugadores de este nivel «te dejan jugar, no aprietan» aunque acaben ahogando a su rival. «Dentro de unos años podré contarle a los nietos que jugué en la Superdivisión, adornándolo un poco», concluye con humor.

Mucha preocupación

Más allá del resultado, que no impide al Cocinas Bulthaup continuar sexto en zona de competición europea con 14 puntos, uno más que el Burgos y San Sebastián de los Reyes, Antonio Castro se muestra muy preocupado por que «Sergei sigue lesionado. Tuvo que jugar todo su partido solo con la derecha, porque en cuanto le pega del revés ve las estrellas». Lleva así desde el 21 de enero, cuando se lesionó frente a Masip en el partido con el L’Escala. Y si bien se descarta una rotura, el club quiere solucionar ya su problema.