Y si hay nieve... ¿cuáles son los sitios cerca de Arousa para que los niños jueguen con ella?

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

cedida

La última nevada que se vivió en la ría fue en 1987. Que no cunda el pánico, haciendo unos kilómetros la cosa cambia totalmente

09 feb 2018 . Actualizado a las 17:02 h.

No pasa nada. Puede confesarlo. Confiese que, pese a vivir en Arousa, donde la última nevada importante que cayó fue allá por el año 1987 -hace la friolera de 31 años-, tiene usted en casa botas de nieve, guantes y hasta esos trineos de plástico que venden en todas partes por si un día se le da por nevar y, al fin, sus hijos pueden hacer ese muñeco blanco que tanto desean. Aunque el frío de ayer en la urbe bien se merecería la caída de unos copos blanco -Meteogalicia indica que ayer en la estación de Areeiro el termómetro bajó hasta los 0,9 grados-, lo cierto es que probablemente pase un invierno más sin que Vista Alegre acabe teñida de blanco. Así que mejor buscar alternativas para amortizar los trineos. Las hay. Y tampoco están tan lejos.

Empecemos por la primera opción: A Lama. Dos son las parroquias en las que suele nevar, A Barcia y Xesta. En ambas esta semana se pudo ver, tocar y jugar con la nieve. Pongamos, por ejemplo, que viajamos desde Pontevedra a Pigarzos (Xesta), donde es frecuente ver nevar. El trayecto no lleva más de una hora y media y hay opción de comer en el lugar. Está, por ejemplo, el peculiar bar de Manolo, en medio de la aldea, donde quienes lo visiten seguramente se queden con la boca abierta al comprobar que tiene una retahíla enorme de productos mexicanos a la venta. ¿Por qué? Porque en A Lama el peso de los emigrantes retornados mexicanos es enorme.

Si uno prefiere tomar otro camino que no sea el de A Lama, otra buena opción para ver la nieve -al menos se pudo ver en los últimos días- es conducir hasta Forcarei. Al igual que en el caso de A Lama, no suelen necesitarse cadenas, puesto que por estas zonas Xunta y Diputación pasan la máquina quitanieves y echan sal. En el caso de Forcarei, lo suyo es acercarse hasta la Serra do Candán, donde a pie de carretera, en cuanto nieve, hay campo y campo para tirar unas bolas o jugar con los trineos. Encima, podrá verse lo que es una auténtica postal: la nieve sobre el monasterio de Aciveiro, que por cierto también es hospedería. En el caso de ir hasta O Candán, el viaje sube de la hora.

¿Más opciones? Hay una un poco más lejana, supone invertir en el coche hora y media, pero merece la pena. Hay que conducir hasta Lalín y luego a Rodeiro, el último municipio de la provincia de Pontevedra, ya lindando con Lugo y Ourense. Tanto en Lalín como en Rodeiro ya se pudo ver nieve a pie de villa estos días. Pero lo mejor es subir hasta el monte Faro -que separa Rodeiro del municipio lucense de Chantada- y, ahí sí, jugar a lo grande. Hay una cuesta empinadísima -el Camiño da Virxe-, sembrado de cruces de piedra, que poco tiene que envidiar a unas pistas de esquí. Ayer, sobre él seguía un manto blanco.