Adultos altamente capaces de dejar crear a los niños

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

Emilio Moldes

Dentro de un programa para críos con altas capacidades, guían a los pequeños en la elaboración de un corto

17 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Se junta en la misma mesa a Ana Carballal, alma máter de la empresa de gestión cultural Anias, Cris Lores y Belén Veleiro, especialistas en talleres de fotografía y cine para niños. Y la excusa para iniciar la charla con ellos es el proyecto que tienen en marcha para hacer un cortometraje con niños de altas capacidades y otro taller de cine para familias que pronto dará comienzo. Perdón. Quizás esté mal expresado. Ellos no son los que tienen en marcha nada. Ellos son meros guías para que la actividad se lleve a cabo, porque los niños son los que, con su talento e infinita imaginación, hacen el cortometraje por sí mismos. En fin, que esa es la excusa para hablar con ellos. Pero la charla acaba yendo bastante más allá. Porque con personas como Cris no hay quien pueda. Él, que empezó haciendo cine con niños por amor al arte -y sobre todo a los críos- y lo acabó convirtiendo en profesión, es un defensor a ultranza de esos locos bajitos a los que, reconozcámoslo, muchas veces los adultos atacamos. «Que me sinalen cal foi a primeira guerra que iniciou un neno, onde hai nenos corruptos ou nenos que danen o planeta... os malos somos os adultos, non eles», señala Cris. Y Belén y Ana no dejan de darle la razón.

Con Cris, que está en la directiva del cineclub de Pontevedra, se puede estar horas charlando sobre la infancia. O escuchando cómo lo adoran los niños cuando critica a los adultos con dureza. Tiene anécdotas para escribir un libro después de muchos años haciendo cine con los pequeños, como aquella vez que un chaval se pasó la tarde haciendo cosas aparentemente raras con la cámara, moviendo el zum a ritmo frenético y haciendo grabaciones muy movidas, y él le dijo que igual no debería grabar así. El caso es que luego, ya en su casa, Cris reflexionó y sintió que quizás le había cortado las alas a un artista. Así que en cuanto vio al chaval le pidió disculpas y le dijo que sobre arte no estaba nada escrito, que él le enseñaba determinadas cosas, pero que luego cada persona era autodidacta. A Cris le dejó perplejo la respuesta del niño: «Estaba emocionado, dixo que era a primeira vez que un adulto lle pedía perdón. E case me fai chorar a min».

Ya ven por donde van los tiros. Cris y Belén son personas altamente concienciadas sobre todo lo que pueden dar de sí los niños si se les deja imaginar y volar por sí solos. Y en el camino se toparon con Ana, de Anias, de formación maestra y con enorme trayectoria como gestora cultural. Ella, que también apuesta por niños libres, con tiempo para ser niños y para encontrar su sitio, les propuso sumarse al programa Eureka, dirigido a críos con altas capacidades y en marcha desde hace ya varios años.

De «

oportunidade a fracaso»

 

¿Por qué hay un programa específico para estos críos? Ana Carballal responde rápido: «Porque a veces esa oportunidade que dan as altas capacidades convértese nun fracaso porque eses nenos non acaban de atopar o seu sitio. Intelectualmente non soen ter ningún problema, todo o contrario, pero emocionalmente ás veces si. Ademais, estas actividades son unha forma de enriquecer esas altas capacidades».

El caso es que, así como otros años el Eureka versó sobre arte o robótica, este año le tocó de lleno al cine. Y ahí entraron en escena Cris y Belén, que son los que guían a los niños para hacer su producción. Llevan ya unos meses con el taller, que se desarrolla en el colegio de Barcelos una vez a la semana, y los niños que lo hacen -elaboran absolutamente todo el proceso- ya están dando muestras de creatividad. Están haciendo un corto y el género elegido es ciencia ficción. La cosa va de individuos que aterrizan en un planeta nuevo, con todo lo que eso supone. El caso es que uno de los niños que hace el corto incluso se inventó un idioma propio para el planeta, con un singular alfabeto. «Mentalmente dannos mil voltas, tanto estes nenos como todos os nenos en xeral», dice Belén con sonrisa. «E no caso de rapaces de altas capacidades nótase que teñen moita cultura detrás, teñen a enciclopedia dentro», añade Belén, que estudió Bellas Artes y que también está más que familiarizada en la puesta en marcha de talleres de fotografía o pintura con niños.

Próximamente, Ana, Cris y Belén se embarcarán en otra iniciativa con el cine como protagonista. En este caso, lo harán de la mano de la Fanpa, que les propuso elaborar un taller de cine para familias. Nuevamente, la clave es la misma; hacer de guías para que padres e hijos puedan crear juntos y, sobre todo, no ponerle puertas a la imaginación de los adultos ni mucho menos a la de los niños. Lo dice Cris con un ejemplo: «Se sempre se andara cortando a imaxinación no arte igual non teríamos un Picasso, vai ti saber... mellor deixar facer».

«Se sempre se cortara a imaxinación igual non teríamos un Picasso», dice Cris