Detenidos por asaltar la vivienda de un anciano disfrazados con la máscara
de «Scream» y darle una brutal paliza

Rosa Estévez
R. Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Guardia Civil

La Guardia Civil culpa de los hechos a cuatro vecinos de Portas y Caldas

23 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas por su supuesta implicación en el robo con violencia perpetrado a principios de noviembre en el municipio de Meis, en el domicilio de un anciano de 87 al que los ladrones habían propinado una monumental paliza. Los hechos parecen el argumento de una película, y hasta los cacos utilizaron para ocultar sus rostros las máscaras popularizadas por el film Scream. Pero, por desgracia, este no fue un caso de ficción.

El equipo de la Policía Judicial de Cambados bautizó el caso como Cardeno. Sus investigaciones permitieron reconstruir lo ocurrido. «Concluyeron ?dice un comunicado oficial? que el robo había sido planificado por un vecino del municipio de Portas, relacionado con el entorno familiar de la víctima, a raíz de tener noticia de que en su vivienda guardaba una importante cantidad de dinero». Él le habría propuesto la ejecución del robo a dos jóvenes, de 21 y 22 años y vecinos de Caldas. Ellos fueron los supuestos autores materiales de los hechos. Accedieron a la casa del anciano con la cara cubierta y lo golpearon para que les dijese dónde se hallaba el dinero. «La resistencia de la víctima a dar información provocó una brutal reacción de los asaltantes, que lo dejaron mal herido, encerrado en la bodega». Por si no fuese suficiente con cinco costillas rotas y magulladuras en todo el cuerpo, para evitar que el anciano diese la voz de alerta, «cortaron los cables del teléfono». Luego, sintiéndose confiados, registraron toda la casa, aunque tan solo lograron encontrar una cartera con cincuenta euros. La Guardia Civil ha denunciado también a una vecina de Portas por su colaboración en el robo.

La investigación concluyó con la recuperación de la cartera del anciano, que apareció enterrada en una finca próxima a la vivienda. La vestimenta y las caretas que usaron los dos asaltantes se encontraron escondidas en un descampado próximo al domicilio de ambos, en Caldas de Reis.