El concejal de Turismo que renovó la Festa do Marisco y el alcalde derrotado por el PXOM

m. a. O GROVE / LA VOZ

AROUSA

15 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Corría el año 91 cuando Miguel Pérez se presentó por primera vez a unas elecciones municipales. Entonces, la lista la encabezaba Lina Bernárdez y, aunque empezó en la oposición, consiguió llegar al gobierno. Pérez ocupó la concejalía de Turismo, desde donde se le dio un cambio importante a la Festa do Marisco. Instauraron las carpas, que entonces no había, y el sistema de tiques. Y se dejó el control en manos del Concello. Pero la experiencia no le gustó demasiado, así que en el 95 no se presentó. Fue en el 99 cuando el PP pensó en él como candidato. Y así llegó, por primera vez, a la alcaldía, «fue un mandato de lujo», recuerda ahora. La obra del paseo de Lordelo o la mejora de muchas de las principales vías de comunicación del municipio fueron sus obras más importantes. Sus gobiernos nunca se libraron de las manifestaciones, la primera para pedir las infraestructuras deportivas. «De ahí surgieron obras como el campo de fútbol», recuerda.

El trabajo dio sus frutos y, contra todo pronóstico después de la gestión de la crisis del Prestige, Pérez consiguió un segundo mandato mucho más holgado. Aquí llegó su primer intento por sacar adelante un plan urbanístico. Fracasó. La contestación social impidió que el documento saliera adelante. «Soy el alcalde de las manifestaciones», reconoce ahora. Porque el documento de ordenación urbana no provocó una, sino dos protestas vecinales. La segunda, cuando gobernó en colaboración con A Meca y el Partido Galeguista Demócrata. «Fue un fracaso, lo intenté en dos ocasiones y salió mal, pero nada más», reconoce ahora. Hay algo que le duele más, el Centro de Interpretación da Carpintería de Ribeira, más conocido como Cicri. «Era más que un auditorio, quería ser una seña de identidad desde el punto de vista turístico», explica. La reforma de Punta Moreiras fue otro de sus grandes proyectos. En él seguirá trabajando desde la asociación, aunque ya no esté en política.