«19 mujeres apuñaladas, 10 asesinadas a golpes, 6 estranguladas... Es brutal»

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Ramón Leiro

Silva dice no entender que la sociedad no se levante para gritar basta ya frente a la cruda realidad de la violencia machista

23 nov 2017 . Actualizado a las 00:41 h.

Se declara optimista en la lucha por la consecución de la igualdad. «Soy una mujer progresista; el pesimismo siempre es conservador», afirma. Pero, obviamente, es muy consciente de las dificultades que es preciso vencer. Desde su llegada a la presidencia, la socialista Carmela Silva y su equipo han imprimido a la acción de la Diputación un claro impulso de reconocimiento y visibilización de la mujer como sujeto social activo y de pleno derecho.

-Hoy en día es usted la mujer que desarrolla el cargo de representación política más importante de Galicia.

-Bueno, eso es siempre relativo, porque también hay conselleiras. Pero dirigiendo una institución como tal, en primera persona, sí.

-¿Cómo se ven las cosas desde ahí arriba?

-Yo intento estar siempre a ras de suelo, por lo tanto ni me sitúo ni quiero situarme nunca en la altura, sino en el lugar donde está todo el mundo. En la realidad, que te permite tomar las decisiones más adecuadas a lo que demanda la ciudadanía. Me considero una política de pueblo y del pueblo, y así actúo.

-No son muchas las presidentas de diputaciones en España.

-No. En Galicia soy, de hecho, la primera, y solo somos seis en el conjunto de España. Creo que ha ayudado a transformar esta Diputación, a que sea más transparente, más cercana, con proyectos de futuro para el desarrollo de esta provincia. Con una visión más humana, también. La Diputación tiene un deje, llamémosle feminizado, que le ha venido bien.

-Supongo que la mujer tampoco lo tendrá fácil en el a menudo despiadado mundo de la política.

-Las mujeres tenemos un plus de dificultad en cualquier área de la vida. Desde que nacemos se nos estereotipa, se nos ponen pendientes, se nos viste de rosa, se nos compran juguetes para que marquen nuestro papel en la vida. Se nos dice desde niñas que no vayamos solas a ninguna parte. Se nos prepara para que renunciemos a cualquier tipo de liderazgo, a la posibilidad de tener poder y capacidad para gestionar. Un hombre con ambición es un líder. Una mujer es una trepa. Creo que hay una cierta complicidad masculina para que a los hombres les sea más fácil ocupar los lugares desde los que se dirige. Desde el propio lenguaje, que está absolutamente masculinizado. Yo he tenido que escuchar que no se me debería llamar presidenta, sino presidente, porque sería lo adecuado desde el punto de vista lingüístico. Pues no, mire, lo siento. Soy presidenta y miembra, no miembro, de un gobierno.

-¿Qué le parece la campaña de la Xunta en la que se equipara a la mujer gallega con determinados monumentos?

-Creo que es un gravísimo error. Y quiero que se me entienda bien. No se trata de hacer de esto un elemento de crítica política a la Xunta, sino un elemento de reflexión colectiva para que la Xunta se sume a ella. De forma subliminal se nos presenta como monumentos. Pero hay más imágenes. La mujer del centro está embarazada. ¿Por qué ese es el único elemento que nos cualifica? Tus sueños, tus inquietudes, tus intereses son lo que te define, no ser madre o no, aunque las que así lo decidimos estemos encantadas. Incluso el lema. Nosotras no somos lo más grande de Galicia, queremos ser iguales que el resto de la ciudadanía. Uno puede cometer errores, no pasa nada, lo importante es corregirlos y asesorarse. Lamentablemente, la Xunta, el presidente Feijoo y la secretaria xeral de Igualdade no lo comprenden y mantienen su campaña en una muestra de soberbia política.

-¿Está satisfecha con el pacto de Estado sobre la violencia?

-Estoy satisfecha con el hecho de que hayamos sido capaces de alcanzar un pacto para luchar contra la desigualdad y la violencia machista. Pero es teórico, se ha quedado en el papel, y yo quiero que se pase a las acciones concretas, que deben ser muchas y muy variadas. No podemos continuar así. Se firmó hace meses y acabamos de ver cómo una mujer de 28 años era asesinada en Elda por su expareja cuando iba a recoger a su hijo al colegio. O cómo un padre degollaba a su hija pequeña como venganza contra su madre. Desde el 2007 han sido asesinadas 715 mujeres por violencia machista, una media de 72 asesinatos anuales. 50 llevamos este año. 19 mujeres apuñaladas, 10 asesinadas a golpes, 6 estranguladas, 3 degolladas, 2 asfixiadas, 5 tiroteadas, una arrojada por la ventana, otra por el hueco de las escaleras, una producto de una explosión, otra quemada, los años de maltrato... Es brutal. Estas cosas hay que decirlas con claridad. No entiendo cómo estos datos no nos ponen los pelos de punta, cómo no nos levantamos como sociedad para decir basta ya. Así que el 25 de noviembre celebramos el día internacional contra las violencias machistas. Y esto no va de carteles bonitos ni de actos bien organizados, sino de una realidad cruda, terrible y muy dolorosa.

-¿Cómo luchar contra algo así desde una institución local?

-Cuando una mujer llega a un puesto de decisión, con ella llegan todas las mujeres. El modelo abeja reina no basta. Creamos el área de Igualdade porque no existía y para que coordinase, pero la igualdad se hace desde todas las áreas. Tenemos multitud de programas, desde la acción económica a la cultural. La Diputación es la institución de referencia en la lucha por la igualdad en Galicia. Y va a seguir siéndolo.