La escasez de piezas marca el inicio de la temporada en la provincia de Pontevedra

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

RAMON LEIRO

Alrededor de quince mil pontevedreses disponen de licencia

12 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo domingo, 15 de octubre, arranca la temporada de caza menor en Galicia. La comunidad autónoma cuenta con unos 40.000 cazadores, mientras que en la provincia de Pontevedra son unas 15.000 las licencias para practicar esta actividad, según señalan a La Voz fuentes del sector. Miles de cazadores volverán, por tanto, al monte en busca de piezas de caza menuda que son cada vez más escasas.

Algo que corroboran, por ejemplo, desde la Sociedad de Caza y Pesca de Portas. «Los datos aportados por los cazadores desde diversos puntos de la geografía gallega no invitan al optimismo con vistas al próximo domingo. Conejos, perdices, faisanes y liebres cada vez más escasos en el monte serán el objetivo de los cazadores en las primeras salidas», expuso ayer su presidente, Manuel Martínez Casal.

Esa escasez de piezas parece que será el denominador común de la temporada 2017/2018, que también viene marcada por la ausencia de lluvias y las altas temperaturas de este octubre. ¿Y por qué las poblaciones de caza menor no mejoran en Galicia?, se le pregunta a los implicados. «Básicamente -dicen- porque nada cambia año tras año en el campo gallego. Y si algo cambia, desgraciadamente, es para peor». Los más pesimistas afirman que «poco o nada» se puede hacer para revertir esta situación.

Los cazadores aluden a varias causas para explicar el escenario actual, pero remachan que esas causas son «las de siempre». El abandono del rural, la depredación, un hábitat desfavorable, enfermedades, repoblaciones ineficaces o incluso una excesiva presión cinegética están detrás de lo que califican de «presente oscuro» de las poblaciones de caza menor en la comunidad. «Y lo que es peor todavía, sin visos de ser capaces de recuperarlas en gran parte del territorio gallego», apunta Manuel Martínez. El esfuerzo económico y material realizado en la gestión de las poblaciones de caza menor en muchos tecores no da, por tanto, los resultados deseados.

La prueba del domingo

No obstante, la situación real se comprobará a partir del domingo. Por delante quedan muchas jornadas en el monte, ya que la temporada de caza menor se prolongará hasta el 6 de enero. La temporada de caza mayor es más madrugadora y arrancó el pasado 31 de agosto. Concluirá un poco después, a mediados de enero.

Desde la Mesa Gallega por la Caza se aprovechó el arranque de la campaña para hacer un llamamiento al colectivo de cazadores. En concreto, para que ejerzan la actividad cinegética «con la máxima de las responsabilidades» y con el «mayor grado de seguridad». Una seguridad que requiere la caza tanto en el aspecto personal como pensando en los demás usuarios con los que toca compartir el monte, especialmente en jornadas de buen tiempo, donde hay personas paseando o practicando algún deporte.

Desde el sector se invita a los cazadores a disfrutar de los valores intrínsecos que lleva aparejada la actividad cinegética más allá de las capturas. «Valores de amistad, compañerismo o solidaridad en sintonía con el medio natural», remachan los aficionados a la práctica cinegética.