El Ribadumia gana en el adiós de Edu Charlín al banquillo del Céltiga

Antonio Garrido Viñas
Antonio Garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

El conjunto local fue muy superior a un rival cabizbajo y desorientado

24 sep 2017 . Actualizado a las 21:51 h.

El Ribadumia respira y el Céltiga se enreda y se mete en un laberinto del que tendrá que salir con un nuevo entrenador (probablemente Manolo Núñez) puesto que Edu Charlín ha decidido que ya es suficiente. El técnico cambadés quería despedirse con una victoria pero no tuvo su equipo muchas opciones para lograrla. El Ribadumia fue el dueño del partido. De principio a fin, salvo algunos minutos al inicio de la segunda mitad en los que pareció que los de A Illa podían reaccionar. No fue así.

Cerqueiras dio el primer aviso a los ocho minutos y fue quien tuvo también la ocasión más clara de ese período inicial, pero marró un penalti que le detuvo Táboas. El balón era de los locales y la única propuesta del Céltiga era buscar una contra. Una lotería en realidad porque en esos balones largos Nico poco tenía que hacer ante Renda y Miguel.

El primer tanto llegó en el tramo final de la primera mitad tras un centro de Cerqueiras que remató Josiño. Tras el descanso apretó algo el Céltiga. Poco, apenas diez minutos. A partir de ahí el Ribadumia volvió a tener el balón ante un rival desorientado y, a ratos, apático. Los locales fueron acumulando oportunidades hasta que encontraron el segundo gol. Un golazo. Gabi filtró un balón entre líneas para dejar solo a Hugo ante Iván. La vaselina del vilaxoanés fue espectacular y puso el 2-0 definitivo.