El fiscal pide 34 años de cárcel para los regentes de un club de alterne arousano por prostituir a tres ciudadanas brasileñas
AROUSA
La miseria y las privaciones económicas alimentan el territorio de caza de los buitres. Tres mujeres, oriundas de Brasil, decidieron denunciar, hace unos años, al regente de un club de alterne arousano, su madama, un secuaz armado con dos pistolas y otros dos de sus colaboradores. Las habían introducido en España de forma ilegal. A una de ellas, además, le hicieron creer que vendría a trabajar como camarera. Ahora, la Fiscalía pide para los integrantes del grupo un total de 34 años de prisión.
La historia de dos de las víctimas parece un calco. Una mujer malvive en Brasil con su familia a cuestas. Una amiga la convence para cruzar el Atlántico y ejercer la prostitución. De Sao Paulo a Madrid, de allí a Vigo, y de Vigo al lupanar arousano en un taxi. Condiciones leoninas. Esclava sexual de seis de la tarde a seis de la mañana. Cincuenta euros por servicio. Veinte para el club por el alojamiento. Treinta para saldar la deuda contraída con la red, que consistía, básicamente, en el precio del vuelo ?entre los 2.000 y los 2.500 euros? y la entrega de una cantidad que se les facilitaba antes de viajar para simular una falsa condición de turistas con posibles. Otros ochocientos o mil euros Ni un día libre hasta que el pretendido pufo estuviese liquidado.
El tercer caso es aun peor. La supuesta amiga también cruza el charco. La espera en Oporto y le desvela la cruda realidad. Nada de camarera; la mujer debe prostituirse. Que se olvide de volver a Brasil, porque sería detenida o asesinada. Amenazas pistola en mano. Los cargos son inmigración ilegal, trata de personas y prostitución coactiva.