El acelerador donado por Amancio Ortega ha tratado ya a 368 pacientes en el Meixoeiro

La Voz VIGO / LA VOZ

AROUSA

María Jesús Fuente

El aparato llegó al hospital hace aproximadamente un año

17 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Hospital Meixoeiro de Vigo es uno de los centros beneficiados por las donaciones de la Fundación Amancio Ortega. Un convenio con el Sergas le permitió disponer hace poco más de un año de uno de los aparatos más avanzados del mundo en el tratamiento del cáncer. Presta servicio al área de Vigo, al resto de la provincia de Pontevedra y a la población de Ourense. «Desde que nos donaron el acelerador lineal ya han pasado 368 pacientes por esta maquina, generalmente por tumores de cabeza, cuello y cerebro; o sea, otorrinolaringología y cerebro, que es lo más frecuente. También han pasado de próstata, pulmón...», explica a pie de máquina el doctor Víctor Muñoz Garzón, jefe del servicio de Oncología Radioterápica. En principio, los casos de cáncer de mama no pasan por el acelerador al entender que son más superficiales y se tratan bien sin necesidad de recurrir a este sistema.

La máquina se puede mover a mano y dispone también de una parte robotizada muy importante, sobre todo a la hora de colocar al paciente y el tumor, tal como apunta Muñoz: «La mesa tiene seis movimientos que permiten hacer la arcoterapia volumétrica. En uno o dos arcos hace todo el tratamiento, de ahí su rapidez y la capacidad que tiene de ir administrando el tratamiento». De hecho, la rapidez y la precisión son dos de las características más importantes que la diferencian de la máquina empleada desde el 2006. Esa precisión permite dar dosis más elevadas y acortar días de tratamiento.

Se ha dado casos en los que su uso ha resultado fundamental, concretamente en lesiones pulmonares pequeñas con metástasis, que además se acompañan de movimientos respiratorios y algún aditamento más, como son los inmovilizadores del paciente o de respiración. «Esto no se podría hacer si no fuera con el acelerador lineal. De hecho, el Sergas nos lo autorizó este año debido al aumento de tecnología», indica el doctor. Su coste ronda como mínimo los dos millones de euros y la vida útil se calcula en doce o trece años, tiempo suficiente para amortizarlo, teniendo en cuenta que podría tratar a seis mil personas.