A estos adolescentes les sobran los argumentos

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Denles un poco de tiempo, y este grupo será capaz de convencerles de una cosa... y de la contraria

27 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El premio que el pasado fin de semana ganó el equipo del colegio Sagrada Familia en el Parlamento Xove acabará convirtiéndose en un viaje a Italia. «Estamos mirando, pero es un buen sitio para ir. Hay muchas cosas que ver y además una de las profesoras que coordinan el programa estudió Historia del Arte, así que puede ser muy interesante», razona Uxía, una de las integrantes de este grupo. Sus argumentos son de peso y sus compañeros asienten con la cabeza. Si no estuviesen de acuerdo con ella no dudarían en rebatir su postura. Por algo son campeones de debate.

El suyo es un título que se consigue «con mucho trabajo», según apunta Paula. «Cometiendo muchos errores y corrigiéndolos», sigue Yaiza. «Y teniendo algo de don de oratoria, no lo podemos negar; sin madera no hay fuego», completa Bruno. Uxía cierra el ciclo: «Lo importante es la esencia del grupo». Ellos -está claro- forman un gran equipo cargado de razones. El fin de semana tuvieron que sacar todo su arsenal para responder a una pregunta peliaguda: ¿Es necesario restringir el acceso de los adolescentes a las nuevas tecnologías? Bruno y Paula habían preparado un discurso para defender que no, que ni de broma se puede censurar a los jóvenes. Yaiza y Uxía sostenían justo lo contrario. Y fue a ellas a las que les tocó salir a la palestra para medirse con sus rivales, unos estudiantes de Lugo «que lo hicieron muy bien».

Pero, ¿qué opinan ellos en realidad sobre esta cuestión? «Yo, la verdad, empecé pensando justo lo contrario a lo que me tocaba defender. Estaba completamente a favor de restringir el acceso a Internet, pero a medida que fui investigando fui cambiando de idea y ahora estoy totalmente en contra», cuenta Paula. Esa es una de las grandezas de la actividad en la que participan estos rapaces: les obliga a informarse, a documentarse, y a mirar un tema desde todas las ópticas posibles. «A veces te hace cambiar de opinión y otras veces no», explica el equipo. Yaiza, por ejemplo, recuerda una ocasión en la que le tocó defender que no hay machismo entre los adolescentes. «Para mí es tan evidente que sí lo hay... Me parecía absurdo defender que no, pensé que no me iba a dar la cabeza para hacerlo», cuenta. Pero lo hizo. Y lo hizo muy bien, aseguran sus compañeros.

Eso da que pensar. Y nuestros protagonistas han reflexionado, y mucho, sobre eso de la forma y el fondo de los discursos. Porque «puedes decir cosas muy interesantes, pero si no las dices bien, nadie te va a prestar atención. Y al revés, si te expresas bien puedes convencer a la gente de la nada», narran. Ya ven, no será fácil dar a estos rapaces gato por liebre; se han acostumbrado a analizar, a escuchar con oído crítico hasta a los políticos. El presidente del gobierno no les convence demasiado. A Pablo Iglesias, sin embargo, lo consideran un maestro en eso de la oratoria. «Puedes estar o no de acuerdo con lo que dice, pero la forma de exponerlo es muy buena», dice Uxía. Yaiza abre el objetivo. «En general, hay un grupo de políticos jóvenes que lo hace muy bien», apunta.

Hagamos un esfuerzo para recordar que estamos hablando con unos chavales de cuarto de la ESO. Unos chavales que, dicen sus profesores, son especialmente activos, llenos de creatividad y de iniciativas. También de sueños. «A mí me encantaría participar en un debate en el Congreso», dice Uxía. Bruno no descarta acabar haciendo lo mismo en el Parlamento gallego. Pero mientras no llega ese momento, no renuncian al placer del debate. El año que viene, Uxía, Bruno y Paula se incorporarán al instituto Castro Alobre y tienen claro que se integrarán en el equipo de debate que ya funciona en este centro. Yaiza se va a Carril. Allí la oratoria no tiene club de fans... Por ahora. Denle unos días para argumentar.