Una veintena de familias están pendientes del juicio al rey de las verbenas gallegas

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

Ramón Leiro

Los afectados consideran que una condena demostraría que es el empresario de sus orquestas

29 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Es Ángel Martínez Pérez, Lito, el titular de todas las orquestas que actuaban bajo el amparo de la sociedad Representaciones Lito? De la respuesta a esta pregunta depende el futuro de una veintena de familias, las cuales están pendientes del juicio que la sección cuarta de la Audiencia Provincial ha fijado para el próximo jueves. El banquillo de los acusados lo ocupará el consejero delegado de esta firma, Ángel Martínez, a quien se le relaciona con media docena de delitos fiscales.

Las familias, ahogadas por las multas de Hacienda que consideran «desproporcionadas», consideran que si Lito es condenado en los términos que sostiene el fiscal tendrán una baza de la que defenderse en los tribunales frente a estas sanciones. En este sentido, el ministerio público sostiene, entre otras cuestiones, que Representaciones Lito «realiza funciones de oficina comercial y de representación artística, dedicándose a la comercialización del producto ejecutado por las orquestas a las que representa», una representación que «se efectúa en nombre propio, pues oferta y vende el producto, estableciendo relación directa con el cliente». En definitiva, «su misión no se limita (...) a poner en contacto a los clientes con las orquestas».

Estas afirmaciones parecen entrar en contradicción con los términos que la Agencia Tributaria empleó para sancionar a empleados y músicos de, por el momento, una docena de agrupaciones musicales. «La AEAT viene afirmando que la sociedad no era el empresario de los artistas de las orquestas, no realizaba la actividad musical de las orquestas y no era quien recibía el dinero de que cobraban las orquestas», señalando un grupo de afectados, todos ellos miembros de cinco de estas agrupaciones que han decidido llegar hasta los tribunales.

Añaden que los inspectores llegaron a esta conclusión en base a una documentación aportada por el propio empresario, quien entienden que solo buscó «reducir el importe del delito fiscal que le imputa» a su sociedad.

Pese a que su situación es desesperada, los músicos y empleados sancionados por Hacienda asumen que su futuro depende de que seguir saliendo al escenario noche tras noche «transmitiendo buen rollo». Eso de cara al público, porque en su vida privada lo ven todo muy negro: «En este momento, yo ya estoy desahuciado. Soy una persona que hasta que no lleguen los juicios estoy totalmente arruinada».