«Tarde o temprando pintaré el mar porque también lo siento mío»

La Voz

AROUSA

El artista vigués expone sus obra reciente hasta el 20 de agosto en el Gato Negro de Carril

12 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cincuenta años lleva vinculado a la pintura Fernando Morales. Cincuenta años en los que ha transitado por diversos territorios estilísticos, incluyendo el recurrente viaje de ida y vuelta figuración-abstracción-figuración.

Claro que decir que su obra actual es figurativa es una simplificación si no errónea sí carente de rigor. Tienen los cuadros de Morales, principalmente sus paisajes, un complejo entramado cromático y formal que, por momentos, los pueden acercar incluso a un sutil impresionismo. Paisajes que le son próximos, allá en su aldea de Pazos de Borbén, y a los que se acerca desde la emoción y con la sensación del cotidiano reto. Un reto que el pintor vigués solventa con mucho más que oficio. No son los cuadros de un artesano sino el detallado y abrumador reflejo de una profunda emoción.

-La frondosidad en los bosques, en los suelos y en la vegetación en general caracteriza buena parte de las obras de esta muestra. ¿Qué es lo que tanto le atrae?

-En la pintura siempre ha habido una tensión entre realismo y abstracción. Con los años me he dado cuenta de que el hecho abstracto y lo real se funden en muchas ocasiones. En la frondosidad de la naturaleza encuentro elementos de abstracción que a mí, particularmente, me seduce resolver. La multitud de matices que hay en la naturaleza la encuentro en la frondosidad del paisaje.

-Otro de los elementos que aparecen en muchos de sus cuadros es la bruma.

-Es que en Galicia sabemos mucho de brumas. Me gusta ese aspecto que le da a las obras, como de misteriosas. Y técnicamente resolver las nieblas también es todo un reto. No es nada fácil.

-Buena parte de sus paisajes son otoñales. ¿Le seduce más esa estación?

-En Galicia, desde el punto de vista pictórico, el otoño es mucho más rico en trabajo de paleta. Es cuando mejor se equilibran los tonos cálidos con los fríos.

-Observada en pequeños fragmentos su pincelada llega a parecerse a la de los impresionistas. ¿Es algo voluntario?

-Es cierto. Cuando uno se aleja de los cuadros el ojo hace sus propias mezclas de tonalidades. Pero si te acercas hay mucho de abstracción en la forma de trabajar las pinceladas de mis obras.

-¿Por qué ha decidido exponer en Carril?

-Un amigo, Pancho Salmerón, está haciendo un documental sobre mis 50 años de trabajo en la pintura y él vive en esta zona. Así que encontramos disponible esta sala, que nos pareció coqueta y nos servirá para documentar el proceso de montaje de una exposición. Y tengo que reconocer que Carril ha sido todo un descubrimiento.

-¿Lo pintará algún día?

-Tengo pensado sacar apuntes. El mar es fantástico. Aunque generalmente pinto desde la emoción, pinto aquello que amo y con lo que estoy en contacto. Pero tarde o temprano tendré que pintar el mar porque también lo siento como mío.