La carrera fue neutralizada porque una de las motos que guiaba al pelotón tomó la carretera equivocada
06 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Suena a tópico, pero no hay etapas de transición en la Volta a Portugal. Ni siquiera la que a falta de treinta kilómetros iba encaminada a ser una etapa de transición. Se encargó de darle interés un motorista, que cogió la salida de la rotonda equivocada y desvió al pelotón, que ya iba lanzado por una ruta que no era la elegida. Afortunadamente no pasó nada, pero la situación era muy peligrosa porque los ciclistas podían haberse dado de bruces con algún vehículo.
Si en el pelotón alucinaron cuando los mandaron parar para dar la vuelta, para los seis escapados -que llevaban algo más de seis minutos de ventaja- fue todo un shock. Vieron como el coche de los comisarios les obligaba a hacerse a un lado para neutralizar la carrera. Y allí estuvieron, un buen rato parados hasta que el resto del pelotón llegó a donde ellos estaban. Luego, los fugados emprendieron la marcha, y 6 min 45 segundos más tarde los demás. Jesús Ezquerra fue el más listo de entre los escapados y atacó cuando faltaban algo más de tres kilómetros para alzarse con la victoria en solitario.
El último kilómetro tenía su trampa y Gustavo César Veloso lanzó un latigazo en busca de arañar algún segundillo más. Puso a todos en tensión pero finalmente los jueces picaron el mismo tiempo para todos. En realidad, fue otra manera de exhibir que él es el más fuerte. Quedan dos etapas para que esa superioridad se materialice, algo que llegará antes o después.