El tridente del Rasoeiro, dispuesto a seguir haciendo hoy historia

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

De izquierda a derecha, Álvaro, Ángel y Omar, los tres intocables de Kito Parada en el súper Rasoeiro.
De izquierda a derecha, Álvaro, Ángel y Omar, los tres intocables de Kito Parada en el súper Rasoeiro. cedida

Ángel, Omar y «Moto» dan las claves de la final contra el Teucro B, y de cómo el equipo ha llegado a aspirar a su primer título de 1.ª Autonómica. El conjunto meco, al que le vale un empate, lleva un año entero sin perder fuera

16 abr 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

El Rasoeiro afronta esta tarde en Pontevedra (A Xunqueira, 18.30 horas) el partido más importante en sus más de tres décadas de historia desde aquellos lejanos comienzos en 1979. Con un punto de ventaja al frente de la clasificación, el conjunto grovense visita en la última jornada de Liga de Primera Autonómica al Teucro B, segundo en la tabla, en un duelo de gigantes que han copado las dos plazas gallegas para la próxima fase de ascenso a Primera Nacional, y en el que el equipo visitante aspira al que sería su primer título en la máxima categoría del balonmano masculino gallego.

Que finalmente sea capaz de conseguirlo será gracias en buena medida a Ángel Noya Abilleira, Omar Mosquera Mascato y Álvaro Iglesias Domínguez, este último más conocido por Moto. Juntos forman el tridente intocable sobre el que el jugador, entrenador y gran estratega de este Rasoeiro premium, Kito Parada, ha construído el eje de rotación de su proyecto, siendo los únicos jugadores que, salvo causa de fuerza mayor y el justo respiro necesario durante los partidos, llevan disputando todos los minutos de la presente Liga.

A sus 24 años, el pontevedrés Ángel lleva en las filas del Rasoeiro 6 años, apunta, «interrumpidos». Formado en la cantera del Teucro, estrenó la camiseta del Rasu en edad juvenil, acompañando a su padre Juan Noya, en su día integrante del primer plantel grovense que ascendía a Primera Autonómica y en ese momento técnico de la base. Tras pasar por el Poio y el Balonmano Pontevedra, el pasado verano volvía al vestuario del Monte da Vila con su inseparable amigo Iago, central, en el tercer ciclo de ambos en el equipo redondeando una nómina de recursos humanos de primer nivel. Sobre el partido de esta tarde, no tiene miedo en confesar que para él «mellor tería sido chegar con máis puntos de vantaxe, e non ter que xogar con tanta tensión».

«Meterte na fase, e poder gañar a Liga, facer algo importante para o teu club, é polo que levas adestrando desde pequeno, e para nós -Iago y él- o Rasoeiro é unha segunda casa», dice Ángel. ¿Y cómo ha podido llegar el equipo hasta aquí?. «Polo grupo. Individualmente non temos o que outros equipos teñen, pero o feito de levar moito tempo xuntos, que todos confiemos en todos, que ninguén sexa máis ca outro, a humildade e o traballo, fan que esteamos aquí».

En la misma idea incide el pivote grovense Omar Mosquera. «Somos todos amigos, tanto dentro coma fóra da cancha». Eso, y el hecho de por primera vez en muchos años poder disponer de un amplio fondo de armario. «Xa levabamos varias tempadas cun grupo de bastante nivel», comenta Álvaro Iglesias, el lateral izquierdo que hace cuatro años regresaba al club tras competir en Cataluña y el filial del CAI Aragón por estudios y trabajo, «pero por lesións e traballo non xuntabamos todo o equipo. Este ano temos un bloque amplo», que minimiza las contadas ausencias semanales. «De dous días á semana adestrándonos con dez pasamos a facelo tres con quince persoas, e desde hai tres semanas catro días para coller a mellor forma física para a fase», señala Omar.

El pivote añade otro factor. El salto de calidad aportado por la vuelta a las canchas de Kito Parada y él mismo a mitad de la temporada pasada, con el equipo en peligro de descenso, ganando ocho de los últimos nueve partidos. «É algo emocionante, unha ilusión poder gañar unha Liga co teu equipo e xogar nunha categoría superior», afirma Omar, que a nivel personal ha hallado «unha forma de resarcirme» de la sanción de un año sin competir en el 2014 por agredir a un rival.

El tridente del Rasoeiro coincide con su técnico en aguardar a un Teucro B de un nivel «altísimo», y la necesidad de ralentizar el juego minimizando las pérdidas de balón ante la presionante defensa adelantada del filial.

Un año entero sin caer fuera, y ganando toda la segunda vuelta

El Rasoeiro llega en un excepcional estado de forma, física y anímica. Con dos rachas de equipo campeón. Sin perder un solo partido fuera de casa desde el 7 de abril del 2015, o lo que es lo mismo, durante un año entero. Y habiendo ganado todos y cada uno de sus diez encuentros de la segunda vuelta. De hecho, los de Kito Parada solo han perdido dos en toda la presente temporada. El de la primera jornada, frente al Pabellón Ourense, 21-24, y el del cierre de la primera vuelta, precisamente ante el Teucro B, 25-26.