Recorrido centenario entre pazos, iglesias y huertas hasta alcanzar la Azucarera

s. g. vilagarcía / la voz

AROUSA

27 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La implantación de una vía verde es algo parecido a un plan B para municipios como Portas, para el que la pérdida del ferrocarril constituyó un verdadero mazado. Así lo recordó su alcalde, lamentando que las posibilidades de que algún tren vuelva a pulsar este camino de hierro son ínfimas. Así las cosas, Estévez se muestra también dispuesto a aprovechar al menos el trazado, reconvirtiéndolo en una pequeña joya para el senderismo. Alberto Varela subrayó el significado histórico de una infraestructura centenaria, que fue inaugurada el 24 de junio de 1899. Jalonan el recorrido el pazo y el apeadero de Rubiáns, la iglesia de Godos y la emblemática Azucarera portense, a un paso ya de su estación, que también lo fue de Caldas, en la que solo la cafetería mantiene la actividad.

Nada que objetar desde el punto de vista de sus características físicas y orográficas. Ninguna locomotora del siglo XIX podía remontar empinadas pendientes, por lo que la antigua vía busca siempre el llaneo. No hay cuestas interminables ni hitos complejos que haya que superar. Y los que existen, como el puente de hierro sobre el Umia, son un verdadero placer para el caminante. Una vez más, el regidor de Caldas insistió en que su tramo final coincide con el Camiño Portugués y todas las sinergias a las que puede dar lugar. Los equipos de los tres concellos, garantizaron los alcaldes, se pondrán manos a la obra de inmediato.