La temporada en la que Trigo colgó las botas en el Albariño

vilagarcía / la voz

AROUSA

El conjunto de Cambados ocupa una delicada posición en la tabla de la que espera salir.
El conjunto de Cambados ocupa una delicada posición en la tabla de la que espera salir. mónica irago< / span>

El veterano futbolista se ha retirado tras treinta años sobre el césped

03 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Treinta años después, Trigo ha optado por colgar las botas en el Albariño y ejercer ya solo desde la banda. Él es el único integrante de los pioneros que decidieron ahora ahora tres décadas fundar un club para disputar la competición de veteranos. Él, con 70 años a cuestas, todavía hasta la pasada temporada salía a jugar unos minutos. A veces, por devoción. Otras, por obligación, cuando la escasez de efectivos hacía que hubiera que calzarse las botas.

El Albariño milita ahora en la Segunda División pero, como apunta el propio Trigo, está en un momento delicado. Aparece en la antepenúltima posición de la clasificación, con cuatro partidos ganados, dos empatados y catorce perdidos. El pasado fin de semana las cosas fueron un poco mejor porque el conjunto cambadés sacó un punto ante el Montajes Iglesias, que es uno de los gallitos de la categoría. Trigo confía en que el equipo reaccione y no pierda la categoría que, para él, es la más bonita de la competición.

Muchas cosas han cambiado en estas tres décadas de fútbol veterano. Trigo echa de menos aquellos viajes que con el Albariño se hacían hasta Ourense para jugar contra los equipos de allí. Y echa de más el exceso de competitividad que se aprecia en algunos equipos. Ve demasiada gente joven -cuando dice joven se refiere a treintañeros- que afrontan los partidos con el principal afán de ganar y no con el de divertirse. Por eso, el Albariño, que llegó a estar en la máxima categoría, navega ahora con placidez en una Segunda que es más acorde con su potencial y con sus pretensiones.

Un descenso desagradaría a un equipo que vio como en una de las reestructuraciones de la competición perdía una categoría en los despachos, recuperada en los terrenos de juego la temporada siguiente. Este veterano futbolista lo tiene claro. Mientras el cuerpo aguante seguirá yendo a pasar las tardes de los sábados con los amigos. Primero a sudar sobre el terreno de juego, y luego a compartir unos vinos todos juntos, que de eso se trata.