Una comisión de seguimiento vigilará que se cumplan los acuerdos
10 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Tras la readmisión de los 48 trabajadores despedidos en Lantero, la firma cartonera pretende recuperar esta semana la normalidad, tal y como reconoció ayer el responsable de Recursos Humanos de la firma, José Antonio Vales. Aunque será una normalidad relativa, teniendo en cuenta que mañana mismo comienza el expediente temporal de regulación de empleo para el 50 % de la plantilla. Según fuentes de la firma, entre ayer y hoy, todos los trabajadores que se deberán quedar en casa con motivo del ERTE recibirán la comunicación por escrito. «Ahora será el 50 % de la plantilla tal y como habíamos acordado; después se determinará a cuántos afecta en función del volumen de negocio; es posible que al principio no haya actividad para el 50 % restante, pero es el compromiso que nosotros adquirimos y lo vamos a cumplir», aseguró Vales.
Todo ello teniendo en cuenta los detalles del proceso que se negociaron cuando se desconvocó la huelga; que el ERTE no afectará a ningún trabajador más de seis meses al año y que en ningún caso estará sin trabajar más de tres consecutivos, con un máximo de 21 meses de aplicación. Solo entonces -y sería ya noviembre del 2016- se volvería a la situación anterior a la huelga -descontanto, claro, las prejubilaciones y las bajas incentivadas-, a no ser que el volumen de negocio permita a la firma dejar atrás antes la crisis.
Producción real
En todo caso, ya la semana pasada se empezó a fabricar cartón en la nave de O Pousadoiro, casi seis meses después de que se pararan las máquinas. Pero será el miércoles cuando se reincorporen los trabajadores que fueron despedidos y que no estén afectados por el primer turno del ERTE, que también se empezará a aplicar ese día, tal y como informó la empresa.
El cumplimiento de todas las medidas acordadas cuando se puso fin a la huelga quedará bajo la vigilancia de una comisión de seguimiento que se constituirá en los próximos días. Lantero ya solicitó el pasado viernes una reunión al comité de empresa, y la firma confirmó posteriormente que la intención es constituir la semana que viene esa comisión en la que estarán tres representantes de los trabajadores y otros tres de la parte empresarial. En ese encuentro se negociarán todos los detalles referentes al ERTE y la otra parte del acuerdo que queda por cerrar, la de las bajas voluntarias y las prejubilaciones que se deberían producir antes de 21 meses con el fin de extinguir los 18 puestos de trabajo pactados también en el proceso de negociación.
La readmisión de los trabajadores despedidos y la aplicación del ERTE devuelven la calma a la firma, que hace unos días vivió un nuevo amago de conflicto laboral por el retraso en el cobro de las nóminas, que hizo saltar otra vez las alarmas.
La empresa pretende recuperar a todos los clientes perdidos en el proceso de huelga
La empresa sostiene que será difícil recuperar el volumen de negocio que había antes de la huelga. Aunque no quiso decir cuántos clientes se habían perdido, José Antonio Vales asegura que fueron muchos, porque durante los meses de paro, las empresas tuvieron que buscar el suministro de cartón en otras firmas de la competencia. Con todo, «el objetivo es normaliza el servicio y recuperar los pedidos», dijo.
Y con ese objetivo se está trabajando ya por atender toda la demanda que llega a la fábrica de O Pousadoiro. De hecho, a las dos de la tarde, cuando entraron a trabajar los empleados que ahora están en activo, el movimiento de camiones era importante, y muchos llegaban con las bobinas de papel con las que luego se fabricarán las cajas que surte la firma cartonera a sus clientes.
Incorporaciones
De la recuperación de esa cartera de clientes y de la cantidad de pedidos depende que el ERTE dure más o menos, porque la firma no cierra las puertas a que el proceso de regulación sea más corto de lo que se planteó en un principio, pero en ese proceso tiene mucho que ver la marcha de la economía y la cifra de negocios que alcance Lantero, que siempre sostuvo que con la situación laboral que tenían antes de la huelga no podían ser competitivos ni llevar a cabo las inversiones de futuro que necesitaban. El tiempo dirá si esas predicciones se cumplen.