Ravella tratará de gestionar ante la Xunta la ampliación de la depuradora, incapaz de contener los vertidos
AROUSA
Pese a la tensión y al duro intercambio de golpes dialécticos, la sesión de ayer fue prolija en unanimidades. Una de ellas tuvo como protagonista a la maltrecha depuradora de aguas residuales de Ferrazo, incapaz de dar servicio ya a la población de Vilagarcía. Aunque Esquerda Unida tomó las riendas sobre este tema, denunciando que la propia empresa que la gestiona, Espina & Delfín, advierte sistemáticamente a la comisión de gobierno de vertidos periódicos directamente a la ría, el resto de la oposición hizo suya la causa que defendía su moción: instar a la Xunta y a cuantas Administraciones corresponda a que amplíen de una vez las instalaciones.
Todos los grupos, incluyendo al bipartito conservador, le prestaron sus votos. Algo que no impidió un contundente duelo con la palabra como instrumento. Fajardo argumentó que la mejora de cinco bombeos, anunciada por Ravella, ataca a otro problema, y que en realidad cuanto mejor funcionen dichos bombeos un mayor caudal de agua llegará hasta la depuradora. Buena parte de los recursos de Vilagarcía y su comarca descansan en la calidad de sus aguas, añadió. Algo con lo que María Villaronga y el BNG se mostraron de acuerdo por completo. Tania García fue un paso más allá para acusar al PP de haber perdido la oportunidad, tras su llegada al gobierno, de defender ante la Diputación la inversión de 1,6 millones de euros, procedentes de fondos europeos, en mejorar el saneamiento de la ciudad y permitir, en cambio, que el organismo provincial apostase por el turismo y las Pousadas. «Es mentira», replicó Fole, para explicar que en aquella convocatoria fueron las nuevas tecnologías, y no el turismo, las que centraron la mayor parte de las peticiones de los ayuntamientos pontevedreses. Tampoco pasaron desapercibidos los 11 millones que Agustín Hernández, hoy alcalde de Santiago y entonces conselleiro, prometió en el 2013 y de los que nada se sabe.