Los armadores y marineros que atracan sus barcos en el pantalán de la tercera lista del muelle de O Corgo (O Grove) llevaban tiempo esperando a que Portos de Galicia realizase las obras necesarias para sustituir los fingers (pequeñas plataformas que dan acceso a cada embarcación). Los trabajos han comenzado, por fin. Pero la noticia no ha traído demasiadas alegrías a la flota. El lunes por la noche, muchos marineros comprobaron que en las nuevas plazas de amarre no caben los barcos.
Uno de los problemas que presentaba el pantalán de la tercera lista era que los fingers eran demasiado estrechos y se hundían bajo el peso de quienes por ellos se movían. Por eso se decidió cambiarlos por unas estructuras más anchas. El problema es que cada una de las nuevas plataformas está siendo situada justo donde estaba la pieza a la que sustituye. «E como son máis anchos, os barcos que tiñan que entrar aí non entran, ou entran moi xustos», según explica uno de los armadores que han dado la voz de alarma.
La cuestión no es baladí. Los barcos están tan próximos que, en caso de que las condiciones meteorológicas sean adversas, sus cascos acabarían chocando. Conclusión: «Esto non pode quedar así. Xa que van facer un investimento, que o fagan ben». Ese fue el mensaje que ayer por la tarde varios marineros transmitieron al patrón mayor de O Grove, Antonio Otero, y que este se comprometió a trasladar a Portos de Galicia. Es esta Administración la que acaba de poner en marcha hace unos días una serie de actuaciones de mejora en el puerto de O Corgo. De hecho, este mismo lunes el presidente de este organismo, José Juan Durán, acudió hasta la península meca para informar de los 35.000 euros que se van a invertir en las instalaciones portuarias de O Corgo.
Los trabajos de colocación de los nuevos fingers aún no se han terminado, y la intención de los afectados es que cuando, tras la pausa festiva, se retomen las obras, estas se hagan teniendo en cuenta las necesidades reales de la flota. Y que las nuevas plataformas se instalen respetando las dimensiones de las embarcaciones a las que deben dar servicio.
Por otra parte, el vicepatrón de la cofradía de O Grove, José Luis Barreiro, quiso mostrar ayer su enfado con el alcalde de esta localidad, el popular Miguel Pérez. Este acompañó el lunes a José Juan Durán a las obras del puerto de O Corgo, «sacando peito das xestións e das melloras que conseguiu a confraría». «Antes da Festa do Marisco solicitámoslle unha reunión para falar da ocupación dos arcos da lonxa, e aínda estamos esperando a que nos chame. E agora anda a figurar cada vez que se presenta algunha obra de mellora nos portos», se lamentaba ayer José Luis Barreiro.