A punto de iniciarse la segunda semana de la huelga indefinida, el alcance del conflicto traspasa los límites de Vilagarcía. Los trabajadores de O Pousadoiro han recibido el respaldo expreso del comité de Lantero en Torrejón de Ardoz, que ya en mayo advirtió la existencia de desvíos de trabajo procedentes de la capital arousana. Un proceder que, al parecer, también fue detectado en la factoría catalana de Dicesa. A su vez, los operarios de Cartogal se han negado a hacer horas extraordinarias en A Pobra este fin de semana ante la sospecha de que un pedido de miles de cajas tendría como objetivo sortear los efectos del paro. Esto, por lo que respecta al grupo cartonero. Porque también las plantillas de corporaciones ajenas, como Saica e Iveco, que ni siquiera pertenece al sector, sino que fabrica autocares, se han solidarizado con la movilización.
El caso de Iveco, que dispone de una coordinadora interempresarial en la que están representadas las diferentes firmas del grupo, parece servir como ejemplo a los distintos comités de Lantero, cuyos delegados se reúnen la próxima semana en Madrid con la presencia de dos representantes de Vilagarcía. López, en nombre de la plantilla, quiso alertar por último a clientes como Feiraco, Nestlé y Lactogal de que las cadenas que exige la ISO de alimentación pueden estarse rompiendo con las partidas de cajas de estocaje, algo que en su ámbito también afectaría a Inditex.