Niños con tetraplegia, síndrome de Asperger o con síndrome de Down disfrutaron de un verano con otros miles de niños
06 sep 2014 . Actualizado a las 06:56 h.Hoy se clausuran los campamentos de A Lanzada. Y un total de dos mil quinientos niños y niñas participaron este verano en este campamento que organiza la Diputación de Pontevedra junto con el que se suma cada año, con un carácter más urbano, en el Centro Príncipe Felipe.
La principal novedad de esta edición, destacada ayer por el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, fue la apuesta hecha por la promoción y apoyo a la diversidad, como lo calificó la institución. Se trata de la dotación que este año se hizo a los campamentos para contar con todo lo necesario para atender a personas con graves discapacidades. Monitores específicos de apoyo se encargaron de ello.
Diversidad funcional severa
Esto permitió que a los niños y niñas con discapacidades o problemas de salud leves que ya venían participando con total normalidad en estos campamentos, se sumaran otros con diversidad funcional severa o especiales condiciones de salud que requerían de una atención muy especializada. Se trata de niños y niñas con tetraplegía, síndrome de Asperger, con síndrome de Down o con diabetes tipo 1 con bomba de insulina. Todos ellos participaron en los campamentos «en perfecta sintonía» con los demás participantes, algo que tanto el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, como el coordinador de los campamentos, José Manuel Fernández, coincidieron en calificar de «éxito rotundo».