En Rosalía de Castro se podrá dejar el coche a ambos lados, se pavimentará la calle Atlántico y se buscan fincas en la avenida do Salnés para estacionar
13 ago 2014 . Actualizado a las 06:55 h.El problema de la falta de aparcamientos que padece Cambados -agudizado por la fiebre sancionadora que le ha entrado a la Policía Local- está trayendo de cabeza al alcalde Luis Aragunde. Hosteleros, comerciantes y vecinos en general se quejan todos los días, así que al regidor no le queda más remedio que mover ficha y buscar soluciones. Entre ellas figura habilitar plazas de estacionamiento a ambos lados de la calle Rosalía de Castro -la que comunica la plaza de Fefiñáns y el instituto Cabanillas- y pavimentar las calles Atlántico y Juan Pablo II, que enlazan la avenida de A Coruña y O Pombal, que están pendientes de asfaltar por parte de la Diputación de Pontevedra. «Vaise facer xa», puntualizó Aragunde.
Además de la reordenación de las calles, el alcalde ha echado el ojo a las «bolsas de aparcamento» que existen a los lados de la avenida do Salnés. Se refiere a esas fincas baldías que sus propietarios abren durante la Festa do Albariño como párkings de pago. «Estase negociando cos propietarios», explicó ayer, sin detallar si la opción que se persigue es el alquiler u otra.
En cuanto a la plaza de Fefiñáns y la polémica abierta en los últimos días ante el anuncio de la Policía Local de que iba a multar por aparcar, Aragunde insistió en lo dicho: está prohibido aparcar en la plaza excepto en el lateral lindante con la alameda. Allí ya existe una señal de «P» que permite estacionar durante una hora, pero la policía entiende que prevalece la señal que hay a la entrada de la plaza, en la que se prohíbe el estacionamiento en la totalidad de este espacio.
Evitar contradicciones
«O que hai que evitar son as contradiccións», dijo Aragunde. Y para acabar con esta ambigüedad, el Concello ha encargado nuevas señales, que espera que lleguen a Cambados en cuestión de días, que se colocarán en la plaza y alrededores con el objetivo de evitar futuras confusiones y que los conductores sepan con claridad donde pueden dejar el coche y donde no.
Con todas estas medidas, el alcalde entiende que el problema del aparcamiento en la zona de Fefiñáns -la más frecuentada por los turistas- debería quedar resuelto. Otra cuestión es la que afecta al centro del pueblo, especialmente los miércoles y los sábados por la mañana, coincidiendo con la celebración del mercado. En la calle Lugo, en la parte trasera de La Cultural, se harán unas pequeñas obras para ganar plazas, mientras que en Borrón se recupera la prohibición integral de aparcar, desviando los coches hacia la rúa Paseo. Al alcalde tampoco le ha pasado desapercibido que, muy cerca de allí, en la zona del Campo Verde, hay fincas vacías que se utilizaron como párking de pago durante el Albariño y que también, con el beneplácito de sus dueños, podrían ser utilizadas como estacionamiento. Pero esta opción no pasa de ser una idea.