Encuentran con vida a la anciana que desapareció el pasado lunes en Tremoedo

AROUSA

MARTINA MISER

La mujer fue hallada en el vecino municipio de Cambados, desorientada. Fue encontrada por una perra adoptada por un vecino de la zona

12 jul 2014 . Actualizado a las 03:36 h.

«Con llorar no haces nada, mujer». Así consolaba Ángela Borragueiros a su nieta cuando en la mañana de ayer la joven se reencontró con su abuela tras cuatro días de búsqueda. La emoción de la muchacha no era para menos. Angelita, de 87 años y enferma de párkinson, desapareció de su casa en la tarde del lunes y tras un amplio dispositivo de búsqueda rastreando montes y parroquias de Cambados y Vilanova, la esperanza de encontrarla con vida se fue difuminando. Hasta que Lúa, una perra podenca que salió a pasear con su dueño, la encontró tirada en el monte, sana y salva, en la mañana de ayer.

El lunes por la tarde, el hijo de Angelita fue a darle la medicación en su casa de Tremoedo (Vilanova), como todos los días. No la encontró, pero en un principio no le dio más importancia, porque pensó que estaba en casa de una vecina. Pero pasaban las horas y no aparecía, ni nadie sabía nada de ella. Fue entonces cuando se dio la voz de alarma.

Un dispositivo de búsqueda peinó durante cuatro días los montes de la comarca de O Salnés. Agentes de la Guardia Civil acompañados de perros de rescate, voluntarios de las agrupaciones de Protección Civil de Cambados y Vilanova y la Policía Local de Vilanova rastrearon sin descanso los lugares por los que podía haberse perdido, con la esperanza de que hubiese caído en algún lugar o que deambulase despistada y aturdida a causa de su enfermedad. Hubo incluso quien aseguró haberla visto en dirección al monte Lobeira, lugar al que ella iba de joven con las vacas, y también en las inmediaciones del lugar de Treviscoso, en Cambados. Una fotografía distribuida por las calles y una descripción de la octogenaria, que en el momento de la desaparición vestía una sudadera blanca y un pantalón negro, sirvieron de apoyo al dispositivo de búsqueda. Pero en la mañana del viernes, tras cuatro días sin noticias, las esperanzas de encontrarla con vida empezaron a desaparecer. Y entonces Lúa la encontró.

«Saqueina a pasear como todos os días -explicaba emocionado Manuel Riveiro, el dueño de la perra-. Pero non quería vir para a casa, tiraba por un camiño do monte e decidín seguila, e foi así como a atopei, deitadiña e encartada no monte». Supo al momento que se trataba de la mujer que estaban buscando y le preguntó: «¿Que fai vostede aquí?». A lo que ella respondió: «Vou para a casa, que veño dunha finca». Manuel quiso saber si tenía hambre y ella le dijo que no. «Leveina á casa e dinlle algo de beber, pouco, porque non sabía se sería bo; aínda que ela estaba ben, débil e manchada de andar revolcada, pero ben».

Enseguida llegaron los familiares, emocionados. Hay testigos que aseguran que la mujer les reprochó que tardaran tanto en encontrarla, pero fue cuando la subieron en la ambulancia de Protección Civil de Vilagarcía cuando ella consoló a su nieta y le pidió que no llorase.

A todos les sorprendió su fortaleza física, también a los médicos del Hospital do Salnés. «Vamos a hacerle unas pruebas, pero ella dice que no comió ni bebió nada», decían. La palabra milagro se repetía de boca en boca.