Técnicos en prevención creen que es la puerta de entrada al consumo
01 mar 2014 . Actualizado a las 06:57 h.El mismo día en que un joven fallecía en Almería después de acudir a un botellón, en un enclave emblemático para todos los que lucharon en Galicia contra el tráfico de drogas, el pazo de Baión, se reunían los técnicos gallegos en drogodependencias para hablar de la prevención en el siglo XXI y las nuevas adicciones, todo ello en el seno de un foro organizado por la Fundación Galega contra o Narcotráfico en colaboración con la asociación Renacer y la Unidad Asistencial de Drogodependencias -UAD- de Ribeira.
El botellón fue uno de los aspectos que se abordaron en el encuentro celebrado en el pazo embargado a Laureano Oubiña. El responsable del servicio de drogodependencias de Catoira, Manuel Isorna, indicó posteriormente que todos los profesionales habían coincidido a la hora de denunciar que no solo hay una gran permisividad social en lo que se refiere al botellón, sino también por parte de las autoridades municipales, de los políticos e incluso de la policía. «E non teñen en conta que é a porta de entrada para o consumo e que bota por terra todo o que se está a lograr con leis como a do consumo de alcol e a antitabaco».
En torno al botellón está no solo la ingesta masiva de alcohol, sino también el retraso en el inicio del consumo -suele haber menores- la accesibilidad a determinadas sustancias que en otros lugares no son tan fáciles de encontrar o la falta de control del individuo, aspectos todos ellos que centran los programas de prevención.
Pero el foco del problema no está solo en las administraciones, sino en la propia familia. Las encuestas dejaron claro que el 53 % de la población, no solo los adolescentes, sino también sus propios padres, consideran normal la asistencia al botellón y no ven sus peligros. Esos mismos padres, sin embargo, sí ven preocupantes las drogas ilegales.
Los técnicos gallegos -muchos menos de los que había hace unos años, por los recortes de las administraciones- coinciden en reivindicar, y lo hacen ya desde hace 20 años, que se cree una asignatura de drogodependencias y que los programas de prevención queden al margen de los avatares políticos. «E logo hai unha conciencia neoliberal que fala, en referencia sobre todo ao viño, de consumo responsable e de autocontrol, cando estamos falando de adolescentes», subraya Isorna.
Estas y otras dependencias, como las drogas ilegales de consumo tradicional, que muchas veces se valen de las redes sociales para su publicidad e incluso su venta, centraron las jornadas celebradas ayer.
«Reivindicamos dende hai 20 anos que a prevención quede á marxe dos avatares políticos»
Manuel Isorna