Demasiadas veces en el mundo del deporte se olvida aquello de que lo importante es participar. No hablamos, por supuesto, de ese deporte tocado por la varita de los dineros y en el que la competitividad se impone en lo alto de la escala de valores sobre la mesa. Los Xogos Autonómicos de Baloncesto Special Olympics Galicia se quedan con el origen de lo que no deja de ser un juego, usando el baloncesto como un instrumento más en el trabajo de integración del colectivo de discapacitados intelectuales. Ayer, en Fexdega, 319 deportistas venidos de toda Galicia junto a sus 74 entrenadores hicieron de la competición una excusa para pasar una jornada de confraternidad, con parón para una comida colectiva y descanso entre partido y partido al son de la música de la Duendeneta. Todo con la colaboración de 60 voluntarios, en su mayoría de Con Eles y el BBC, pero también de deportistas de élite vilagarcianos como Antón Paz y Jordi Aragonés, presentes en la inauguración de los Xogos, o Gustavo César Veloso, presidiendo el acto de entrega de medallas a todos y cada uno de los deportistas presentes en Fexdega.
Un festival benéfico
Divertida fue también la jornada que se vivió en el salón de congresos José Peña, en Cambados. Los responsables del refugio de animales organizaron allí su ya tradicional festival de la pulga, destinado a recaudar fondos con los que financiar sus actividades. Hubo una exposición de motos, en la que se podían ver motocicletas sin montar. Por la noche el salón se llenó de buena música en directo.
Una de zamburiñas
También en Cambados están celebrando estos días las jornadas de la zamburiña. Once bares y restaurantes se han sumado a esta iniciativa que busca devolverle el prestigio a este marisco. Las raciones se sirven a 5 euros, 12 si se hace acompañar con el albariño recomendado. A dos Piñeiros, el Ribeira de Fefiñáns, A Taberna do Trasno, el Parador, Lume de Leña, el Vagoviños y el Pandemonium son solo algunos de los locales participantes. En ellos se pueden probar tapas como las zamburiñas, crema de ajo y caviar de salmón.
Antiguas alumnas
Las antiguas alumnas del colegio de las Franciscanas de Vilagarcía se dieron ayer cita en el asador A Plaza para disfrutar de una comida de confraternidad. Hace ya tai tantos años que abandonaron las clases, pero muchas conservan grandes amistades con las que siempre les resulta grato reencontrarse. La de ayer fue, de nuevo, una jornada divertida. Hubo tiempo para recordar viejas anécdotas de colegio. Pero también para ponerse al día.