Es tiempo de presentaciones. Los distintos clubes aprovechan estas primeras semanas de pretemporada para hacer las respectivas puestas de largo. Un momento esperado con especial interés por los más jóvenes porque siempre suelen guardar detalles y sorpresas que pasarán al recuerdo permanente de los chavales. Ayer, en el pabellón Castelao, fue el turno del Club Baloncesto Vilagarcía y allí se presentaron a las doce de la mañana los jóvenes aprendices de baloncestistas, sus familiares y sus amigos. Muchos de ellos, con la correspondiente cámara o con el móvil preparado para sacar las obligadas fotografías.
Always different
El eslogan del CB Vilagarcía es claro. Esas cabeciñas non paran, que diría aquel, y a pesar de que el club, en esta nueva etapa dirigida al trabajo en las categorías inferiores, tiene una trayectoria todavía corta las iniciativas curiosas son continuas. Ver un partido de la NBA en directo o técnicos extranjeros que se dirigen a sus jugadores solo en inglés son algunas de las destacadas
Todo en secreto
Así las cosas, se podía esperar alguna bomba de última hora para la presentación de ayer. Se podía intuir pero no se sabía porque Alberto Blanco, el alma mater del club, lo llevó todo en secreto hasta ultimísima hora. Hasta que primero se anunció la llegada al pabellón de Iñaki Sanz. Y para presentar al segundo invitado solo hubo que preguntar: ¿Quién fue el mejor triplista de la temporada pasada en la ACB? Y los chavales gritaron: «¡Corbacho!». Y a partir de ahí, la avalancha. Hasta tuvo que pedir un poco de calma Helena Mariño, porque los rapaces se abalanzaban sobre la mesa en la que estaban los dos jugadores del Obradoiro para pedir sus autógrafos y hacerse fotografías. Y las sonrisas que ambos dejaron también entrarán en más de una lista de los recuerdos.