«En verano yo no cambio Galicia ni Sanxenxo por nada»

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso SANXENXO / LA VOZ

AROUSA

CAPOTILLO

Su cariño por esta localidad le ha valido la Cebola de Ouro, que recogió de manos de la alcaldesa, Catalina González

05 sep 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

La directora de moda de Vogue España es una fan de Sanxenxo. Lleva 26 años veraneando en esta localidad arousana y asegura que no cambia su mes de vacaciones por nada. Este cariño que muestra hacia el municipio le ha valido la Cebola de Ouro, un reconocimiento que ayer le entregó la alcaldesa de Sanxenxo, Catalina González, en el marco de las celebraciones de Santa Rosalía y de la tradicional Feira da Cebola.

-¿Cuándo fue la primera vez que veraneó en Sanxenxo?

-Con nueve años. Antes veraneábamos en el Mediterráneo pero huimos de la masificación que había allí y del calor insoportable. Y desde entonces no hemos faltado. Antes veníamos dos meses y en Semana Santa. Ahora que trabajamos yo solo puedo venir durante el mes de agosto.

-La directora de moda de Vogue igual debería ir a un sitio más fashion...

-Yo viajo mucho y por mi trabajo voy a muchos sitios de playa. Conozco millones de sitios y, fuera de temporada, sí que vamos a otros lados. Pero en verano yo no cambio Galicia, ni Sanxenxo por nada. Si no vengo es como si me falta algo.

-Pragueira es su playa favorita ¿por qué?

-Pragueira es mi playa favorita del mundo. He estado en Costa Rica, en Maldivas, en Cuba, Brasil... Conozco un millón de playas sin fin y no cambio Pragueira. Porque allí tenemos como nuestra zona, que en el norte sois mucho de tener una zona en la playa. Y es una playa en la que, en pleno mes de agosto, puedes estar sola. Porque tiene una vistas increíbles de la isla de Ons y porque Galicia tiene una luz que no la hay en otro lado. Aquí anochece casi a las once de la noche, que no pasa en otros lados, y hay unos atardeceres increíbles. También me encantan los cambios que provoca la marea. Cuando está baja mis hijos pasan horas pescando y cogiendo conchas y cuando sube se vuelve como salvaje. Y luego está el chiringuito, que se come que te mueres y a precios increíbles. Sardinas recién pescadas, mejillones, pulpo... Mi hija come pulpo desde que tiene dos años.

-¿Sanxenxo también sirve para desconectar?

-Precisamente por eso venimos, para estar con la familia. Yo soy una amante de la moda, pero también es verdad que trabajo en la moda y quiero también llevar una vida normal y en familia, sobre todo cuando descansas.

-Y cuando viene aquí ¿se olvida de la moda y cambia los tacones por las chanclas?

-En mi maleta está la ropa que me gusta, pero aquí jamás llevo tacones. En la playa hay que estar cómodo.