Garavilla debe cumplir de inmediato el fallo que invalida el traslado a O Grove

María Santalla VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Un auto del juzgado estima la petición de ejecución planteada por Comisiones Obreras

02 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Hace algo más de dos semanas, el juzgado de lo Social número dos de Pontevedra daba a conocer la sentencia en la que anulaba el traslado de la plantilla de la conservera Cuca, de Vilaxoán, a O Grove, y hacía lo propio con el expediente de regulación de empleo que la compañía matriz, Garavilla, había aplicado mientras se acometía el traslado de la producción. Días después, el sindicato Comisiones Obreras presentaba una petición ante la jueza para que se ordenase la ejecución inmediata de la sentencia. Esa solicitud ha sido estimada, de manera que el juzgado ha emitido un auto en el que dispone que tiene lugar la ejecución provisional solicitada por CC.OO.

La titular del juzgado número dos entiende que, de acuerdo con la ley, «las sentencias que recaigan en los procesos de conflictos colectivos, en los de impugnación de los convenios y en los de tutela de los derechos fundamentales, serán ejecutivas desde que se dicten, según la naturaleza de la pretensión reconocida, no obstante el recurso que contra ellas pudiera interponerse». Teniendo en cuenta este argumento, reconoce la ejecución provisional que solicitaba Comisiones en representación de la plantilla. Una decisión, por cierto, contra la que no cabe recurso.

A raíz de ese auto de la titular de la sala, la secretaria judicial ha emitido un decreto en el que requiere a Conservas Selectas de Galicia, nombre con el que Garavilla opera en la comunidad, para que cumpla la sentencia «en sus propios términos». En este caso, cabe interponer, en un plazo de tres días, recurso de reposición ante quien ha dictado esa resolución, aunque la presentación de ese recurso no tendría efectos suspensivos sobre esa resolución.

Por lo tanto, Garavilla debe cumplir de forma inmediata la sentencia. Esto significa que la empresa debe reintegrar a la plantilla de Vilaxoán, que ya se encuentra trabajando en O Grove, a sus anteriores puestos de trabajo en la factoría vilagarciana. Significa, también, que el ERE que comenzó a aplicarse inmediatamente después de Reyes, en enero, queda invalidado, de tal manera que Garavilla debe abonar el salario íntegro a los trabajadores y devolver la cantidad que aportó el Estado.