Los concellos bucearán en la Ley de Costas para legalizar casas

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Vilanova, A Illa y O Grove aspiran a poder beneficiarse de la reforma legal

19 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Antes de 1988 se construyeron muchas casas a menos de cien metros de la línea de costa en suelo que no era urbano y, desde entonces, estas construcciones siguen en situación irregular. La reforma de la Ley de Costas aprobada la semana pasada en el Congreso abre la puerta para que algunas de estas edificaciones puedan por fin solucionar su situación al reducir la zona de servidumbre de protección de cien a veinte metros.

Según los cálculos de la Xunta, son unas 4.000 viviendas en Galicia las que se beneficiarán de este nuevo marco normativa pero otros miles se quedarán fuera por no reunir los requisitos exigidos. La margen sur de la ría de Arousa no es ajena a esta situación.

En Vilanova, en A Illa y en menor medida en O Grove hay construcciones en estas condiciones que tienen su única esperanza en la nueva ley. En Vilanova, por ejemplo, se calcula que entre As Sinas y Currás hay 75 viviendas en este caso y en el Concello se han puesto manos a la obra con el fin de no desaprovechar esta oportunidad.

Esta semana se celebró la primera reunión para constituir una comisión de trabajo de la que forman parte políticos, técnicos y afectados, con el fin de acelerar al máximo la propuesta que presentarán en la Xunta.

El objetivo es que estas zonas sean catalogadas como urbanas, pero para ello hay que reunir unas condiciones: tener acceso rodado y servicios como agua, luz y alcantarillado y, además, tendrán que estar edificados, al menos, en un tercio de su superficie, que serán dos tercios en aquellas que carezcan de algún servicio.

El gobierno de Vilanova confía en poder acreditar todos estos parámetros y, vía modificación puntual de las normas subsidiaras, poder legalizar por fin núcleos como el de As Sinas. Esto permitiría construir en fincas donde ahora no se puede poner un ladrillo y hacer obras mayores en casas en las que, hasta ahora, solo se permite hacer trabajos de mantenimiento. Por su parte, desde la coordinadora de afectados de As Sinas son más pesimistas a este respecto.

En el Concello de A Illa de Arousa no se han cuantificado las viviendas susceptibles de poder acogerse a la reforma legislativa pero sí aportan un dato; en el municipio hay una treintena de expedientes abiertos por Costas por ocupación de la zona de servidumbre, algunos de los cuales con órdenes de demolición incluidas, órdenes que no se llegaron a ejecutar.

Sin singularidad

La del alcalde Manuel Vázquez es una de las voces críticas con el nuevo texto legal. «Perdeuse unha oportunidade para Galicia. Esta lei está feita para o Mediterráneo». Pese a todo, por él no va quedar y ya ha pedido una entrevista con el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas porque «o que nos queda é colaborar entre administracións». Sobre la mesa pondrá la situación de zonas como Abilleira, Sarpeira, Viña Tinta, Rubas, As Aceñas, Semuíña con el fin de buscar un resquicio que permita legalizar las casas. Vázquez deja una pregunta en el aire para la reflexión: «¿que vai pasar coas vivendas feitas despois do 88 sobre as que pesan expedientes?»; y un reproche; «que non se nos dera un trato singular».

En O Grove, aun teniendo una amplia zona de servidumbre de afección de Costas, el alcalde Miguel Ángel Pérez sostiene que el único punto susceptible de acogerse a la ley es Gandariña, «aunque la cosa está difícil», matiza. Casos como el de la guardería de Rons están ya en trámite y las casas de Teniente Domínguez requieren otro tipo de solución, según explica Pérez. Lo que sí está ya ganada es la batalla de Conservas Isabel. La reforma de la Ley garantiza la continuidad de la fábrica. La concesión administrativa que le permitía ocupar los terrenos sobre los que se asienta la factoría caducó este año pero ahora puede optar a renovarla por otros 75 años más.