El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra ha desestimado el recurso que el Igape había interpuesto contra la adjudicación de las máquinas de Alfageme, que fueron vendidas. Entre otros argumentos, el juez expone que la alegación del organismo de la Xunta de que la falta de reconocimiento de derechos sobre la maquinaria compromete la reactivación industrial en las fincas adquiridas en la subasta, esto es, las fábricas de Ribadumia y Vilaxoán, «no deja de ser un brindis al sol». Con él, continúa la resolución, el Igape trataría de responsabilizar al juzgado de un eventual fracaso de las gestiones que, ya como propietario, pueda realizar el organismo para continuar la actividad.
En este aspecto, el juzgado recuerda que el Igape fue titular de derechos plenos cuando se decidió a realizar el pago de los avales. Además de todo ello, y a pesar de haber contraído determinados compromisos con el grupo conservero El Consorcio, incorporados al plan de liquidación y matizados después por la Audiencia Provincial, convocó un proceso administrativo de adjudicación de sus derechos que decidió dejar desierto, «con el argumento de que las ofertas presentadas por los concurrentes no cumplían los requisitos de adjudicación». A continuación, el Igape «decidió adjudicarse en subasta judicial parte de los bienes y derechos de la mercantil en concurso, con todas sus consecuencias, y asumiendo la responsabilidad sobre los mismos, sin ceder a un tercero el remate». En consecuencia, «pretender trasladar al juzgado o a la administración concursal la responsabilidad sobre un eventual fracaso... no merece un solo comentario», concluye el juez.