Llevaban tiempo esperando la reunión y tenían puestas en ella grandes esperanzas. Pero los sindicatos CGT, CIG y CC.OO. no salieron ayer satisfechos del encuentro que mantuvieron con el secretario xeral de la Consellería de Industria, Borja Verea, y con el director xeral del Igape, Javier Aguilera. Sobre la mesa, el conflicto de Alfageme, para cuya resolución la Xunta pidió «a súa colaboración activa na procura dun proxecto capaz de recuperar a actividade e o emprego na conserveira».
Los representantes de la Administración autonómica explicaron a los sindicatos que la Xunta está decidida a agotar todas las posibilidades jurídicas para «defender os intereses públicos sobre todos os bens produtivos da firma». Aseguran Verea y Aguilera que la Xunta está llevando a cabo una intensa labor para tratar de reactivar la actividad y el empleo en Alfageme, e invitaron a los representantes de la plantilla a colaborar de forma activa en esta tarea mientras se resuelve la adjudicación efectiva de los bienes de la conservera. Este compromiso fue valorado en positivo por CC.OO. y CGT. Sin embargo, tanto estos dos sindicatos como la CIG consideran que hace falta voluntad política para conseguir que el conflicto de Alfageme se resuelva de forma positiva, y entienden que el tiempo juega en contra de la pervivencia del grupo conservero.
Los representantes de la masa laboral recuerdan que los empleados de Alfageme han acabado sus prestaciones de desempleo, de manera que urge buscar una solución a la situación de las factorías de Vilaxoán y Ribadumia.
En este sentido, los trabajadores entienden que la Xunta debe buscar activamente un comprador para Alfageme. Frente a eso, la opción de la Administración autonómica -dicen- es esperar a contar con todos los bienes antes de iniciar un nuevo proceso de búsqueda de empresas interesadas. Hay que recordar, a este respecto, que ahora mismo están en manos de la Xunta las dos naves de Vilaxoán y Ribadumia y una de las marcas Miau. Queda, sin embargo, por definir de quién será la maquinaria de las plantas conserveras. Mientras la Xunta asegura que está haciendo todo lo posible por hacerse con la maquinaria, los trabajadores muestran su temor por que esto no sea así, y aseguran que, en caso de que las máquinas sean adjudicadas a alguna empresa, el mantenimiento del proyecto industrial en Alfageme se complicaría todavía mucho más. Con pesimismo, pues, ven los sindicatos el futuro de Alfageme.