David Cal, un padrino olímpico para la protectora de animales de Vilagarcía

AROUSA

MARTINA MISER

09 nov 2012 . Actualizado a las 06:50 h.

Hay quien espera a las Navidades para agitar el espíritu de la solidaridad y los buenos valores. Pero hay también quien hace bandera de ese espíritu los 365 días del año. De ese grupo forman parte quienes consagran una parte de su vida a cuidar a los animales que han sido abandonados a su suerte. En Vilagarcía, la protectora «da cobijo, alimentación y cuidados a más de 200 peludos y 30 gatos». Y hace muchas otras cosas, como «concienciar a los ciudadanos de que tener una mascota no es un capricho, ni una moda, ni tener un objeto del que sacar tajada con sus crías».

Pero se acercan las Navidades, insisto. Además de hacer ondear los buenos sentimientos, esa época tiene otros elementos fijos, como los regalos. Para la protectora se avecina una época complicada: son conscientes de que Papá Noel y los Reyes Magos caen a veces en la tentación de cumplir los caprichos de los pequeños de la casa, y les regalan un perrito, o un gatito «sin pensar en sus características, en si son compatibles o no con el estilo de vida de la familia, de las obligaciones que conllevan». Así que muchos de esos animales «acabarán por las calles o, con un poco de suerte, en un refugio abarrotado». Para intentar evitarlo, la protectora está organizando charlas en ludotecas, y quizás también las lleven a los colegios, para enseñar responsabilidad a los ciudadanos del futuro.

El futuro aún queda muy lejos. Por esa razón, la protectora tiene que buscar hasta debajo de las piedras financiación para atender a sus peludos. A lo largo del año hacen de todo: organizan mercadillos y realizan todo tipo de campañas. Y ahora, cuando el 2012 enfila su recta final, van a sacar a la calle su calendario del año que viene, en el que «nuestros protagonistas del refugio salen acompañados por variedad de rostros conocidos». Habrá en sus páginas hueco para todo el mundo. Para actores, para cantantes, para humoristas, para bailarines y para todo un olímpico. Y es que David Cal, nuestro pentacampeón, también ha cedido su imagen «de forma altruista y desinteresada para contribuir a nuestra noble causa». Bien merece otro oro por ello.

Para que acabe el año aún queda algo de tiempo. Mes y medio plagado de cosas que hacer y proyectos en los que implicarse. Para muestra, el coro de la escuela de música de Vilagarcía, que retoma hoy su actividad (20.00 horas, en el conservatorio del auditorio municipal). Se trata de «un proyecto innovador que integra a alumnos y padres en el disfrute del canto coral».