El Concello de Cambados no tiene previsto convocar el pleno extraordinario solicitado por el BNG en defensa de Alfageme y para que la Consellería de Industria resuelva cuanto antes el concurso público que permitirá adjudicar a otra empresa la gestión de las fábricas de Ribadumia y Vilaxoán.
El alcalde cambadés, Luis Aragunde, aprovechó la ocasión para atacar al BNG, al que considera responsable de dicho conflicto. Subraya el regidor que «o problema da factoría creouno o Bloque como responsable da Consellería de Industria, cando avalou 33 millóns de euros a Alfageme practicamente sen condicións. A marca valorárona en 18 millóns de euros e agora resulta que vale 900.000 euros».
Lamenta Aragunde que, ante esta situación, haya tenido que ser la Xunta de Galicia, ya con Alberto Núñez Feijoo al frente, la que haya tenido que depositar esos 33 millones en avales «que saen do peto de todos os galegos».
El regidor cambadés acusa al BNG de estar aprovechándose de este conflicto para conseguir réditos electorales. «Queren presionar á Xunta con plenos extraordinarios no medio da campaña electoral, autoproclamándose os grandes defensores das traballadoras de Alfageme. A credibilidade do Bloque e da CIG neste asunto é coma a dos pirómanos que pretenden exercer de bombeiros», critica el regidor.
Las acusaciones son mutuas. Porque si Aragunde se preguntaba «¿como blindaron dende a consellería do bipartito os postos de traballo?», la representante de la CIG y a la vez candidata del BNG, Rosa Abuín, al tener conocimiento de que el pleno no se iba a convocar, dijo que «así é como o PP defende os postos de traballo; iso é o que terá que valorar a cidadanía». Recuerda Abuín que el conflicto se remonta a tres años atrás, y que no fue el Bloque el que puso la fecha del 18 de octubre para resolver el concurso público de adjudicación, ni tampoco el que convocó las elecciones en las mismas fechas.
Como en plena campaña es difícil disociar el conflicto laboral del proceso electoral, en los últimos días han sido varias las voces que se pronunciaron sobre Alfageme tanto para criticar la gestión de la Xunta como para defenderla. Además del regidor cambadés, este último papel lo asumió la diputada vilagarciana Marta Rodríguez. Por eso el encierro se hizo en Vilagarcía, porque a la edila la consideran «a portavoz de Santiago».