En dos palabras: cultura y tradición

CARLOS CRESPO JOSÉ LUIS VILANOVA

AROUSA

MONICA IRAGO

15 sep 2012 . Actualizado a las 06:45 h.

Este fin de semana hay romería en la capilla de la Virgen de las Angustias. Y, por tanto, habrá callos y cordero en la mesa de los Cancela. Siempre los hubo en las fiestas. Y desde 1999 la tradición se mantiene no ya solo en la casa familiar sino en la taberna anexa que desde ese año regenta Abel. Los prepara su madre, Carmen, anónima responsable de buena parte de las exquisiteces que surgen desde el otro lado de las paredes de piedra que dividen el hogar de la familia de la actual taberna, heredera evolucionada de una de aquellas entrañables tiendas de aldea, en las que nunca faltaba el vino o el jamón.

Como no falta ahora. La familia Cancela sigue cosechando y elaborando un albariño a la vieja usanza. Dorado en su color, intenso en su aroma, tenue al paladar. Un albariño artesano que compite con una nutrida oferta de bodegas de la comarca y una no menos apreciable selección de tintos. «Antes só tiñamos o albariño e un tinto de Navarra, pero funme metendo neste mundo e mira ti agora», nos dice Abel señalando varios expositores y el interior de la gran lareira del comedor, reconvertida ahora en soberbio escaparate vinícola.

Sobre ella, figuran talladas dos palabras: «cultura e tradición». He aquí la auténtica piedra fiolosofal de esta casa. Dos palabras que condensan todo lo que A Taberna de Cancela ha querido ser -y es- desde el primer día en que Abel se hizo cargo del vetusto negocio familiar. Dos palabras que aquí se respetan con venración por todo aquello que representan. «Non hai nada que me defina mellor», nos dice.

Y es que, además de su acogedor ambiente y de su propuesta culinaria y vinícola, lo que nos atrae de esta taberna es lo que tiene de simbólico. Un lugar perdido en el laberíntico interior del Salnés que, con humildad, honradez y humanidad, Abel ha conseguido convertir en un auténtico punto de encuentro, en punto de referencia intergeneracional para gentes llegadas tanto del entorno rural como del urbano.

Y lo ha logrado sin renunciar a sus principios. Manteniendo con orgullo la esencia de la taberna gallega convenientemente actualizada. Allí comparten mesa, charla y vino gentes de muy diversa edad y condición. Al abrigo de la piedra del comedor o sobre la madera de las mesas junto a la barra.

Incluso se canta, suena la gaita ou bótanse contos de vez en cando. Por allí pasaron Carlos Blanco, Quico Cadaval o Cándido Pazó. Allí actuaron los primeros Treixadura, Os Cempés y muchos otros de los que ni siquiera queda ya cartel.

Pero fundamentalmente a la taberna de Cancela se va a beber y a comer. Así que pasemos al comedor, habilitado en lo que antaño fueron las cuadras y la bodega de la casa. La madera y la piedra lo envuelven todo. Hasta que los platos hacen acto de presencia. Sencillos, tradicionales, sin mayor afán -que no es poco- que el de satisfacer a su destinatario. Y a fe que lo consiguen.

Los embutidos y el jamón con un leve toque ahumado se han convertido en santo y seña de la taberna. Imperdonables en la primera visita. Ya de la cocina, sobresalen los calamares, la tortilla de patata aderezada con chorizo, el jamón asado o una zorza que llega desde A Estrada. Desde más cerca, desde la huerta familiar llegan los pimientos -«nin de Padrón, nin de Herbón, de Broullón»-, los tomates de las ensaladas o la cebolla que adorna la agradecida tapa de alcriques a lo pobre. Y aquellos que tengan a bien encargarlo podrán disfrutar además de un plato gallo de corral con patatas guisadas que es una auténtica delicia. «Todo o que se pode faise con producto de aquí», nos dice Abel.

A Taberna de Cancela es la demostración palpable de la clave de un negocio no está en su ubicación ni en la distancia con no sabemos qué lugar. La clave está, como ya hemos insistido muchas veces, en la excelencia y en la honestidad, que en este lugar de As Angustia se traduce en «cultura e tradición».

FICHA

LOCALIZACIÓN

Capela das Angustias. Xil. Meaño. Tlf.: 986 747 449

CIERRA

No cierra. Solo en vacaciones, desde después de Reyes hasta principios de febrero

MENÚ PARA DOS

Tabla de embutidos; calamares; tortilla de patata con chorizo; botella de albariño artesanal: Precio por persona: 12 euros

EN CLAVE PERSONAL

TABERNEIRO

«É unha palabra que me gusta e coa que me sinto identificado»

FURANCHOS

«Estou rodeado deles, ¿que vou dicir? Home, algo sempre se pica. Pero, por outra parte...»