Vilanova apuesta por potenciar el antiguo monasterio de Cálago como punto de interés

Bea Costa
Bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

BEA COSTA

El Concello tratará de comprar la parcela sobre la que se sitúa la torre

01 sep 2012 . Actualizado a las 06:58 h.

El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, ha iniciado una particular cruzada por rescatar del olvido y promocionar los valores arqueológicos e históricos de su municipio, que los hay. Su principal apuesta este año ha sido la de situar en el mapa la llamada «variante espiritual» del Camino Portugués a Santiago entre Pontevedra y Padrón, atravesando O Salnés. El objetivo está cumplido: la ruta está señalizada y los primeros peregrinos la han recorrido este verano. Hasta el presidente Mariano Rajoy accedió a hacerse la foto para promocionar este tramo jacobeo. Durán seguirá trabajando desde su Concello y la Mancomunidade do Salnés para consolidar esta iniciativa.

La torre, lo único que queda

Pero no es el único proyecto de esta naturaleza que ocupa su mente. El alcalde cree que el antiguo monasterio de Cálago y su iglesia, hoy desaparecidas, pueden convertirse en un punto de interés histórico en el municipio, de modo que ya empezó a atar cabos para que esta idea llegue algún día a plasmarse en una realidad.

De momento, en el Concello están recapitulando toda la información posible -documentos, fotografías y hasta testimonios- sobre la existencia del monasterio y su iglesia, que las fuentes documentales sitúan en el siglo VII.

Actualmente, los únicos vestigios visibles son la torre de Cálago y dos construcciones del monasterio que se usan como casas. El resto de las piedras del complejo eclesiástico desaparecieron con el paso de las siglos para ser utilizadas en construcciones de mampostería y casas que todavía hoy están en pie en Vilanova. A pocos metros del consistorio hay testigos de ello. Un sarcófago y la imagen de un santo jalonan sendas fachadas, que el propio Durán mostró ayer a la prensa.

Además de piedras, Cálago tiene una larga historia detrás en la que no faltan referencias a invasiones normandas y vikingas «que son anteriores a las de Catoira», puntualizaba ayer Durán.

El primer paso para poner en valor el enclave de Cálago es adquirir los terrenos en los que se sitúa la torre y que en el pasado ocupó un castro. Hace tiempo que el Concello entabló contactos con los propietarios y, según Durán, estos tienen predisposición a vender. El problema es encontrar el dinero para financiar la operación, según reconoce el alcalde, y dada la situación económica, el proyecto parece que va para largo.

Fue fundado en el siglo VII por San Fructuoso y fue utilizado como centro de defensa ante posibles invasiones de las costas gallegas. En el siglo IX fue destruido pero se reconstruyó inmediatamente por el caballero Gundialdo, que restituyó a los monjes que tenía anteriormente. Actualmente apenas quedan restos del mismo.