El Igape abre un proceso público para la adjudicación de Alfageme

maría santalla VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

<span lang= es-es >Nutrida representación popular</span>. A la reunión convocada en Exposalnés con los sindicatos acudieron, además del conselleiro, el presidente de la Diputación, Cores Tourís y los alcaldes afectados.
Nutrida representación popular. A la reunión convocada en Exposalnés con los sindicatos acudieron, además del conselleiro, el presidente de la Diputación, Cores Tourís y los alcaldes afectados. mónica irago< / span>

La Xunta apoyará la mejor oferta ante la administración concursal

09 ago 2012 . Actualizado a las 06:55 h.

El conselleiro Javier Guerra decía anteayer que, una vez que la Xunta ha hecho frente a los avales de Alfageme -más de treinta millones de euros-, el asunto había pasado a manos de la administración concursal. Ayer, en una reunión que el responsable de Industria mantuvo en Cambados con responsables de los tres sindicatos con representación en el grupo conservero, anunció una medida con la que demuestra que la Xunta todavía tiene mucho que decir en este proceso.

En efecto, Guerra contó a los sindicatos primero, y a los medios de comunicación después, que el Igape había aprobado un documento por el que se abre un proceso público para la adjudicación de Alfageme, un proceso encaminado a proponer a la administración concursal la mejor oferta para que sea esta, en último término, la que dé validez al traspaso de las fábricas de Ribadumia y Vilaxoán y de la marca Miau.

En ese documento que el Igape ha elaborado se fijan una serie de condiciones con las que se trata de garantizar la continuidad de la actividad industrial en esas dos plantas y el mantenimiento de los puestos de trabajo. Así, las empresas que decidan pujar por Alfageme deben garantizar el mantenimiento de la actividad y de 150 empleos durante cinco años, y por lo menos de cien durante diez años. Deben también mantener un capital social de dos millones de euros durante un plazo mínimo de diez años. Además, deben demostrar una antigüedad mínima de diez años en el sector conservero. Se trata, de este modo, según apuntaba el conselleiro, de «evitar cualquier propuesta especulativa».

Javier Guerra explica que es necesario abrir un proceso público para la adjudicación de las factorías arousanas y de la marca Miau, las tres cosas propiedad, una vez satisfechos los avales, de la Administración autonómica. «La Xunta no se puede desprender sin más de esas fábricas y esa marca, a través de una adjudicación directa y sin un proceso abierto», afirma el conselleiro. De ahí que se haya optado por la puesta en marcha de este proceso al que todas las empresas pueden concurrir en igualdad de condiciones.