La gran cosecha del 2011 bloquea el acuerdo de precios en Rías Baixas

Maruxa Alfonso Laya
Maruxa Alfonso LA VOZ/VILAGARCÍA

AROUSA

MARTINA MISER

Los sindicatos rechazan bajar el coste de la uva en la denominación de origen

24 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Conseguir un acuerdo sobre el precio que tendrá la uva en las próximas campañas de Rías Baixas no será tarea sencilla. La mesa del vino volvió a reunirse ayer y, de nuevo, se cerró sin ninguna conclusión. El sector coincide en que la abundante cosecha del año pasado está pesando demasiado sobre las negociaciones. Y mientras los bodegueros quieren bajar el precio de la uva, los sindicatos rechazan cualquier propuesta que no implique, como mínimo, un ligero aumento del mismo.

«Hai tres ou catro propostas sobre a mesa e seguimos apostando por negociar porque creemos importante chegar a un acordo», explica Francisco Bello, de Xóvenes Agricultores. «A día de hoxe, a situación é límite», añade Bernando Estévez, del Sindicato Labrego Galego. Estas dos formaciones y Unións Agrarias coinciden en la necesidad de llegar a un acuerdo que permita fijar el precio de la uva para las próximas vendimias. Pero la tarea no es sencilla.

La propuesta del sector productor pasa por no bajar lo que perciben los viticultores, por lo menos, con respecto a años anteriores. Pero las bodegas consideran que este es un precio elevado, ahora que sus cubas están llenas con la producción del pasado ejercicio. Y por eso apuestan, en primer lugar, por ligar precio a cantidad total de cosecha y, en segundo, porque este coste sea inferior al de ejercicios pasados.

Los sindicatos parecen dispuestos a aceptar la primera de estas premisas. Pero, de ninguna manera, la segunda. «O prezo non debe baixar con respecto ao de hai tres anos», argumenta Xosé Ramón González, de Unións Agrarias. «Os prezos teñen que subir algo», ratifica Bello. «A uva de boa calidade se ten que pagar ben», argumenta Estévez. Y eso ha impedido que el acuerdo sea una realidad. Sin embargo, todos están convencidos de la necesidad de lograr unos precios mínimos, y por eso han acordado seguir negociando. Volverán a sentarse el próximo 2 de mayo.

Unións Agrarias es la que más crítica se muestra con la mesa y considera que las bodegas no tienen voluntad de «comprar uvas, están sentadas a remolque da consellería». Por eso reclama que el sector aclare «qué cantidade de uva vai mercar». Y pide a la consellería que ponga en marcha medidas que favorezcan a aquellas industrias que firmen contratos homologados.