Cuando todo parecía estar perdido, a finales de la semana pasada se abría una puerta a la esperanza para el mantenimiento de las plantas de Alfageme en Vilaxoán y Ribadumia. La CGT hacía ayer un repaso de lo ocurrido desde que el jueves el conselleiro Javier Guerra se reunió con los sindicatos y con la prensa y expuso un oscuro panorama para la conservación de la actividad industrial.
Miguel Cuña, desde este sindicato, entiende que han triunfado las tesis que ellos siempre defendieron. Se refiere a que esta organización siempre defendió que el auto de liquidación daba un plazo de tres meses antes de proceder a liquidar, y finalmente parece que todas las partes lo han reconocido así.
El 21 de febrero, la CGT presentaba escritos en la consellería y en el juzgado en los que exponía que no estaban dispuestos a tolerar el cierre de Alfageme y exigía a la administración concursal que no se acortasen los plazos, que se agotasen esos tres meses. Al mismo tiempo, solicitaron una reunión con el juez de lo Mercantil que lleva el caso y, según Miguel Cuña, este les aseguró que se interesaría por este tema y también que existen procedimientos para que la Xunta pudiese liberar los avales con garantías. Así pues, con toda esa información, el sindicato se puso en contacto con la consellería y también con el grupo interesado en comprar las dos plantas, Consorcio, que les aseguró que mantendría la oferta a expensas de la decisión última de la administración concursal, que se produciría el martes.
Se abre un plazo de negociación
Efectivamente, esa reunión tuvo lugar y su resultado, según Cuña, es que se abre un plazo de negociación, se da por presentada la oferta del grupo Consorcio y se abre un plazo no definido -hasta finales de marzo, e incluso hasta abril- para que este asunto pueda solucionarse.
Hay, según expone la CGT, dos modos de hacerlo. O bien que Xunta y bancos lleguen a un acuerdo para liberar los avales; o bien esperar a que la Audiencia resuelva el recurso sobre este tema y que en ese tiempo la administración concursal no cierre el proceso de liquidación. «Esos dos procesos están abiertos», asegura Cuña, que llama a la Xunta y a los bancos a asumir sus responsabilidades.
Pero la CGT no va a esperar inactiva a que esa solución llegue. La semana próxima se movilizará ante el Banco Popular, ante la Xunta y ante la Audiencia de Pontevedra.