O Grove se planteó este año no pedirlas por el gasto que supone para sus menguadas arcas
05 feb 2012 . Actualizado a las 07:06 h.Es difícil cuantificar en dinero el rendimiento de que la bandera azul ondee en las playas de la comarca, pero aquellos municipios que viven del turismo se ven obligados a lucir un emblema que reconoce la calidad de sus arenales, pese al coste que supone para sus arcas. Porque la bandera azul es cara, y quienes mejor lo saben son aquellos que tienen varias enseñas en sus arenales y se ven obligados a cumplir con unos requisitos muy estrictos que suponen un importante desembolso económico para sus estrechas arcas, y más en tiempos de crisis.
El que destina más dinero es Sanxenxo, que aspira a renovar sus 16 emblemas. Entre socorristas, limpieza, proyectos y material invierte unos 400.000 euros al año. Su concejal de Medio Ambiente, José Luis Rodríguez, admite que es mucho dinero, pero ese desembolso se traduce en este caso, sin ningún tipo de duda, en una gran inversión porque «es el municipio que más banderas tiene en España y eso nos da un nombre».
Parecido, pero no igual, es el caso de O Grove, donde las seis banderas azules suponen un gasto anual que oscila entre los 150.00 y los 200.000 euros. Un esfuerzo tan grande que su alcalde, Miguel Ángel Pérez, reconoce que «este año nos hemos planteado si pedirlas o no, aunque finalmente decidimos que sí».
A Illa tiene dos banderas azules, la de O Bao y la de Area de Secada. Su alcalde admite que es muy difícil calcular su rendimiento. «Eu penso que esas praias aínda que non tiveran a bandeira ían estar cheas igual. Nós seguimos pedíndoas porque hai axudas para contratar persoal, de non ser así, non poderíamos».