Los vagalumiños van de expedición a O Castriño

AROUSA

26 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

1Ayer amaneció un día precioso, ideal para la excursión que los alumnos de cinco años del colegio Vagalume tenían prevista. Así que al filo de las diez y media, y ataviados con sus chalecos de color amarillo, los pequeños salieron de expedición acompañados por varias profesoras y por algunos padres. Caminando se acercaron hasta el parque Enrique Valdés Bermejo, más conocido como O Castriño, en una actividad en la que se combinaron la práctica de sus grandes conocimientos en seguridad vial y su curiosidad por el medio ambiente.

Un experto guía

Desde el colegio fueron andando hasta el parque vilagarciano, fijándose en las señales y respetando los pasos de peatones y los semáforos, como tiene que ser en unos chiquillos que han sido premiados por su buen hacer en seguridad vial. Una vez en el entorno natural, los pequeños se encontraron con Mario Vázquez, encargado de actuar como guía en ese recorrido por O Castriño. Comenzaba la visita.

La cocina de los árboles

Mario conoce todos los secretos de este parque, así que nadie mejor que él para explicárselos a los niños. Los pequeños aprendieron ayer, por ejemplo, que los árboles también comen y que, igual que hay que preparar la comida que ellos comen en sus casas, también el alimento de las plantas necesita su preparación. ¿Su cocina? En las hojas. ¿Su fuente de energía? El sol. ¿Y el tronco? Es la carretera por la que circula todo ese alimento que permite vivir a los vegetales.

La utilidad vegetal

Pero resulta que no todos los vegetales están vivos. Algunos también están muertos, y los chiquillos del colegio Vagalume lo comprobaron ayer. Uno de los enormes árboles que se levantan en el parque vilagarciano ya no tiene vida. Pero aún así, Mario les explicó que sigue siendo útil, puesto que en él tienen sus casas muchas avispas y también otros pequeños insectos. Así que mientras no suponga un peligro para las personas porque pueda caerse, el árbol puede permanecer en pie y no ser talado.

Acebos y alcanforeros

2El parque de O Castriño tiene un gran interés botánico por la cantidad de especies vegetales que crecen en él. Los alumnos del Vagalume tuvieron ayer la oportunidad de conocer algunas de ellas. Varias, incluso, protegidas. El acebo, por ejemplo, es uno de los pocos árboles que en esta época del año tiene fruto. Una llamativa baya de color rojo que no es comestible para las personas, pero sí para los pájaros. Porque, según explicó Mario a los chicos, el acebo está protegido precisamente por eso, porque es una de las escasísimas fuentes de alimento de las que disponen los pájaros durante los duros meses de invierno. A unos metros del acebo crecen dos elegantes alcanforeros, un árbol que los niños tuvieron ayer ocasión de conocer e incluso de oler sus hojas, de las que también supieron sus propiedades contra las polillas de la ropa.

Merienda al aire libre

Después de un completo recorrido por el parque de O Castriño llegaba la hora de reponer fuerzas. Así que los escolares aprovecharon la salida para tomar al aire libre su tentempié de media mañana. Después, de regreso al cole, aunque con una recomendación de Mario: que les pidan a sus papás que les lleven el fin de semana a pasear por ese entorno para disfrutar de su bosque y del último tramo del río de O Castriño, con sus peces y sus ranas. Seguro que muchos de los curiosos pequeños seguirán su recomendación.

Más actividades

Los escolares del colegio Vagalume visitan cada año el parque Valdés Bermejo para aprender en directo muchas cosas sobre la naturaleza. Pero no es esta, ni mucho menos, la única actividad que hacen en relación con el medio ambiente. Este centro educativo acumula muchos años de participación en el programa ambiental Voz Natura, que promueve la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, y ha llevado a cabo ya muchas propuestas diferentes en el centro y fuera de él. Este año prestarán especial atención a los bosques y, para ello, han planteado la visita a varios espacios naturales de la comarca. Así, se proponen visitar, en Vilagarcía mismo, el monte Xiabre. También quieren desplazarse hasta A Illa para ver el parque natural de Carreirón. E ir a Lourizán, donde existe un centro medioambiental. Todo ello sin descuidar, claro está, los espacios verdes de los que disponen en el propio colegio, entre ellos un invernadero y una zona de árboles.