A pesar de verse sobrepasados por la gran afluencia de público, los organizadores se muestran muy satisfechos con el resultado de su iniciativa y resaltan sobre todo la labor de Comendador, que de forma amena y didáctica hizo comprender a sus oyentes el interés de los petroglifos explicando el sentido de sus pinturas y narrando algunas de las leyendas que se cuentan acerca de los mouros y su forma de vida. La arqueóloga utilizó además sombras chinescas para mostrar al público otro tipo de motivos que no se encuentran en Bamio, como alabardas o barcos, haciendo la visita más interesante si cabe.
Si alguna vez se acercan a Os Ballotes, han de tener en cuenta algunas normas básicas. Ante todo ha de respetarse la integridad de los petroglifos, por lo que no se puede caminar sobre ellos. Las pisadas suponen un gran desgaste de la roca, así como de la pintura. Por otro lado, tampoco se permite tocar, mojar o remarcar los grabados, todo es poco para evitar el deterioro de este magnífico ejemplo de arte rupestre.