«Tuvimos suerte, mi hija nació en febrero y salimos antes del terremoto»

La Voz

AROUSA

04 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La situación en Japón tras el terremoto y el tsunami del pasado mes de marzo hace que Etsuko Miyata viva cada día pendiente de las noticias de su país. Su familia y sus amigos viven en Tokio y, aunque asegura que en la capital nipona «las cosas ya están tranquilas y el día a día ha vuelto a la normalidad», le sigue preocupando muchísimo la situación en la central nuclear de Fukushima y en las zonas afectadas por la radiación. «La verdad es que tuvimos mucha suerte, porque yo fui a Tokio para dar a luz a mi hija Sakura y nos volvimos de Japón en febrero, un mes antes del terremoto», explica.

La suerte fue doble, porque en la zona en la que más afectó el terremoto, Miyata no tenía ningún familiar ni ningún amigo. No obstante, considera que en Occidente se está hablando mucho del reactor y poco de cómo viven las personas afectadas por el tsunami y la crisis nuclear. En cuanto a la calma de sus compatriotas, que ha sorprendido al mundo, ella explica que es algo cultural. «Nos enseñan a no mostrar nuestro pánico. Pero es que tampoco serviría de nada estar nervioso. No se puede escapar de Japón. Hay que solucionar el problema y luchar», sentencia con aplomo.