«Los haitianos son manipulables por eso invertimos en educación»

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA/LA VOZ.

AROUSA

El Club de Leones, con José Luis Peso como embajador, quiere construir seis escuelas para dar formación a 1.200 niños

12 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

Lleva un mes en Haití com Guardia Civil, en una misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que lo mantendrá en el desolado país caribeño durante un año. Pero como presidente del Club de Leones de Vilagarcía aprovecha también su estancia para realizar labores humanitarias. Cuando se cumple un año del terremoto que destrozó la isla, José Luis Peso nos cuenta su experiencia. -¿Cómo está el país un año después del terremoto? -La situación es desastrosa, todavía hay edificios con cadáveres dentro; todo es miseria, suciedad y gente enferma, hay más de un millón de personas en la calle, viviendo debajo de plásticos. Son más de dos millones de personas que viven en la indigencia, que tienen como casa las estrellas. -En esas condiciones será difícil realizar su trabajo. -Mi trabajo dentro de la Guardia Civil consiste en formar a la Policía Nacional de Haití. Hemos llegado cuatro agentes de España hace un mes y aquí había otros, somos quince españoles repartidos por todo el país. Yo estoy en la capital, en Puerto Príncipe, en la Academia de la Policía Nacional. Mi labor es muy bonita, porque consiste en formar a los agentes, también en derechos humanos. La población procede de dictaduras y la violencia forma parte de su cultura, no se hacen las cosas como en España, porque todo tiene su raíz en la miseria, es superviviencia pura y dura. Al verlo te das cuenta de que nosotros vivimos en un país privilegiado. -¿Y qué puede hacer como miembro del Club de los Leones? -Tenemos proyectos muy interesantes, aprovechando que estoy yo aquí, que hago las veces de puente. El Club de Leones tiene unos seis millones de dólares pendientes de invertir en Haití, y lo que queremos es construir escuelas. Ya me he puesto en contacto con los clubes de Leones que hay aquí, y también con los Salesianos. Estamos hablando también con la gente del país, y hemos apostado por la enseñanza, porque es carísima, las familias no pueden escolarizar a sus hijos y hay muchos niños en la calle sin hacer nada y que son muy fáciles de manipular. -¿Y cómo piensan invertir en educación?

-Queremos construir escuelas. De momento estamos empezando, buscando ubicaciones y terrenos contando con la gente del país, porque son ellos los que nos tienen que decir dónde es mejor construirlas.

-¿Cuántas escuelas van a construir a lo largo del país caribeño?

-En una primera fase vamos a construir seis escuelas, aunque eso está pendiente del coste y de los presupuestos. Sería como un proyecto piloto, y si sale bien, se harían más, porque si cuaja, hay dinero para ese proyecto. En cada una de esas escuelas habría 200 niños, lo que supone dar educación gratuita a 1.200 haitianos. Es una labor a muy largo plazo, los objetivos se verán dentro de 25 o 30 años. ¡Espero estar para verlo! -¿Creen que es posible cambiar de esta manera la sociedad haitiana? -Es la única forma de cambiar la sociedad en Haití. Aquí han venido muchas oenegés, y la mayoría de ellas ya se fueron en cuanto acabó la fiesta. Ahora quedan pocas, pero se ha recibido muchísimo dinero, y no ha servido para que la población evolucionase, y nosotros creemos que es por falta de formación, porque vienen de un pasado lleno de dictaduras y por la miseria, son muy manipulables, y eso hay que cambiarlo, conseguir que piensen por sí mismos, que sean más independientes. -Lo que ocurre es que la educación es algo más complejo y más caro que construir escuelas. ¿Van a correr también con los gastos del profesorado? -Por supuesto, será educación gratuita. Hoy en día, el 90% de la población en Haití vive en la extrema pobreza, y no tienen acceso a las escuelas. Eso hay que solucionarlo, y no solo vamos a construir los edificios, sino también a correr con todos los gastos. Y una vez construidas las seis primeras, si todo va bien se harán más. Es un objetivo muy ambicioso y estamos muy ilusionados. A eso dedico el tiempo libre que tengo aquí, porque las necesidades son muchas y es importante echar una mano.