El Concello sustituirá los conjuntos de azulejo de Ravella por hormigón

Serxio González Souto
Serxio González VILAGARCÍA/LA VOZ.

AROUSA

21 dic 2010 . Actualizado a las 10:36 h.

A lo largo de sus 110 años de historia, los jardines de Ravella han sido objeto de varias reformas. El Concello de Vilagarcía se apresta, ahora, a ejecutar la más importante de todas ellas desde que, en los años veinte del siglo pasado, el emblemático espacio situado frente a la Casa Consistorial cobrase su actual configuración bajo el gobierno del alcalde Rodríguez Lafuente. Se trata de la regeneración e integración urbana de la plaza, una intervención que capitanea la concejalía de Xestión do Territorio y en la que se combinan el fondo estatal para el empleo y la sostenibilidad local, más conocido como plan E, y el programa Arousa XXI, financiado en parte con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea.

Las obras están a punto de comenzar. Ayer mismo, operarios de la compañía que ejecutará los trabajos vallaron las zonas por las que se iniciará la actuación. Entre ellas, dos de los elementos que durante noventa años han aportado una identidad propia al jardín de Ravella: los conjuntos de bancos de azulejos y chafariz ubicados a ambos lados de la avenida central. Las piezas poligonales, cuya decoración no es la original, como puede comprobarse comparando su estado actual con las imágenes históricas que ilustran estas líneas, caerán bajo la piqueta para ser sustituidas por bancadas de hormigón. Los planos del diseño pueden consultarse en la página web del Ayuntamiento, www.vilagarcia.com, concretamente en el apartado de obras del perfil del contratante, en el que también aparece reflejado un presupuesto detallado de la intervención.

Sin respaldo y de color ocre

De esta forma, resulta fácil comprobar que la intención de los responsables municipales pasa por echar abajo ambos conjuntos para instalar, en su lugar, piezas de hormigón armado de color ocre, de dos metros de longitud, que carecen de respaldo. Una decisión que modificará radicalmente la morfología que a lo largo de nueve décadas ha caracterizado los jardines. En lugar de tratar de restaurar estos característicos elementos, Ravella apuesta, en definitiva, por un drástico cambio de imagen.

Los orígenes de la plaza se remontan a 1883, cuando el alcalde Ravella adquirió al marques de Vilagarcía el antiguo Campo de Cabritas. Tras su primera distribución urbanística, obra del arquitecto Faustino Domínguez Coumes-Gay y el maestro de obras Manuel Pereiro, tres años después se redactó el proyecto de la actual Casa Consistorial, diseñado por Domingo Rodríguez Sesmero, cuya construcción finalizaría en diciembre de 1890 para ser inaugurada el 25 de enero del año siguiente. El espacio al que se abría se denominaba entonces Plaza Mayor, hasta que en 1896 la corporación decidió dedicarlo a la memoria del regidor que hasta hoy le da nombre. Fuente entonces cuando su sucesor, Castor Sánchez, ideó una reforma del jardín, aduciendo que el arbolado ocultaba la fachada de la sede de la institución municipal.

Su ejecución, sin embargo, no se llevó a cabo hasta 1900, cuando Cástor Sánchez había abandonado ya el gobierno municipal. En la obra A Vilagarcía das vellas postais, de Manuel Villaronga, pueden leerse las características del proyecto: «Se formará un paseo circular, además del del centro, y rodeados por jardincillos a la inglesa con charcas en el centro semejantes a las que se han hecho ya delante de la Casa Consistorial», adornados por la plantación de sesenta acacias y la instalación de los bancos de fundición adquiridos a la fábrica de Alemparte, en Carril. Ya en los años 20 se construyeron los bancos poligonales cubiertos de baldosas que, degradados y mal conservados pero todavía existentes, están a punto de pasar a la historia, en la acepción más contundente y aniquiladora del término.