García advierte que si se paran las obras de Rubiáns se puede perder la subvención

La Voz VILAGARCÍA/LA VOZ.

AROUSA

09 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Tras el silencio de los últimos días, la alcaldesa quiso ayer pronunciarse sobre el conflicto de la plaza de O Souto, en Rubiáns, que mantuvo a los vecinos apostados a las puertas del centro social estos dos últimos días para impedir que comiencen las obras de pavimentación de ese entorno.

Dolores García confía en que la obra de Rubiáns pueda estar finalizada dentro del plazo estipulado, con el fin de que toda la parroquia pueda beneficiarse de este espacio. Entiende la regidora que los trabajos que se están ejecutando responden a lo acordado en el último encuentro mantenido con los representantes de los vecinos y destaca el «trato exquisito» que el Concello dispensó en todo momento al colectivo. «Os veciños tiveron á súa completa disposición ao concelleiro, ao técnico e incluso a min. Tivemos infinidade de reunións e a receptividade deste goberno está máis que demostrada, posto que o proxecto inicial da praza do Souto foi modificado para recoller todos e cada un dos plantexamentos e suxestións realizados polos veciños».

El tiempo juega en contra

Tras la demanda de este nuevo cambio para construir una grada, la regidora espera que los vecinos también muestren su buena disposición para poner fin al conflicto. Por su parte, intentará que se llegue a un acuerdo satisfactorio para las dos partes, aunque advierte que el tiempo juega en contra, puesto que si los vecinos siguen impidiendo la realización de los trabajos y la obra no finaliza en plazo, «a parroquia quedaría sen a praza e o Concello sen a subvención para poder financiar a conclusión do proxecto».

García recuerda que el inicio de las obras se retrasó por petición de los vecinos hasta que pasaran las fiestas de la parroquia. Pese a todo, traslada un mensaje positivo y manifiesta su confianza en que el problema se solucione de forma satisfactoria.

Por su parte, los vecinos volvieron a paralizar ayer las obras. El encargado de las mismas habló con el presidente de la asociación O Souto, Xurxo Abuín, para pedir que les dejasen pavimentar los primeros doce metros, pero el colectivo no aceptó y los trabajadores abandonaron el lugar camino de alguna otra obra.