Los habitantes de Rubiáns quieren impedir que se ejecuten las obras previstas en la plaza porque no están de acuerdo con el proyecto que está ejecutando el Concello. Ellos defienden que el espacio que se sitúa delante del centro sociocultural se distribuya en dos niveles divididos por un talud. Por su parte, el departamento de Urbanismo alega problemas técnicos para justificar el cambio en el diseño de la plaza y afirma, además, que la desaparición de ese talud estaba consensuada con los vecinos.
Estos, sin embargo, no están dispuestos a tolerar, dicen, que desaparezca la plaza y por eso han pedido a la alcaldesa un cambio de postura. Mientras tanto, están dispuestos a paralizar la obra. Hoy será un nuevo día de movilización antes de que lleguen cuatro jornadas festivas para el sector de la construcción y, por tanto, de descanso para el colectivo vecinal de la parroquia de Rubiáns.