Los Goday: una gran familia en el mundo

Carolina Laya VILAGARCÍA/LA VOZ.

AROUSA

Esparcidos por toda la Tierra, ayer se reunieron doscientos de ellos en A Illa

08 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El apellido Goday tiene un gran significado para los vecinos de A Illa. Algunos de ellos trabajaron, o tienen algún conocido que lo hiciese, en esta fábrica de salazón y conservera que tuvo un gran éxito en la época.

A pesar de esto, los primeros Goday de Galicia no eran gallegos, sino que eran de Canet de Mar, en Cataluña y, como dice Juan Dopico, investigador isleño experto en el tema, «llegaron a nuestra tierra en plena guerra de la sardina, buscando pescado bueno, bonito y barato para llevar a Cataluña cuando allí ya se había terminado».

Al principio recibieron muchísimas críticas en Galicia por sus innovadoras técnicas. «Esos holandeses de montera que vienen con artes nuevas perjudican a nuestros marineros y estropean la sardina», decía Cornide Saavedra, una de las figuras más conocidas de la Ilustración gallega. Fernando Sarmiento tampoco se quedó corto en las críticas cuando en una época en la que era ministro de Marina en Pontevedra. Y así otros muchos, que no quisieron reconocer el éxito de los Goday.

Manuel Goday Roule fue el primero de la saga que se interesó por el mercado de la sardina. Más tarde, sus hijos José, Manuel y Juan, le seguirían el camino en la conservera.

Sorprendentemente, los matrimonios de cada uno de ellos tendrían mucho que ver con el presente de los Goday. A pesar de vivir en Vilanova, estos jóvenes iban a Cataluña a casarse y luego volvían a Galicia. José fue la primera excepción a esta regla no escrita, pues se casó con una mujer de O Grove, instalando así una rama de la familia en este municipio.

Mucha importancia también tendría el matrimonio de Manuel, que para casarse con una prima hermana tuvo que ir a pedir las dispensas del Papa a Roma. Por el camino, en Nantes (Francia) vería una novedosa técnica que instalaría luego en la fábrica de A Illa, creando así la primera fábrica de conserva en Galicia, hoy convertida en museo.

Así nace esta saga, que ayer reunió en A Illa a casi doscientos descendientes de los Goday fundadores de la conservera isleña. Muchos son ahora gallegos, pero otros residen en Madrid, Barcelona o incluso Estados Unidos, expandiendo la historia de este apellido por todo el mundo.