Rubiáns volverá a la calle para exigir una reparación por el vial del puerto

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA/LA VOZ.

AROUSA

13 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El temor de un vecino de Godos, que sospecha que la empresa constructura del vial de acceso al puerto está a punto de irse sin que subsane los desperfectos en sus propiedades, se ha extendido a toda la población de Rubiáns, donde los afectados se cuentan por decenas, y a otras localidades limítrofes como Cornazo y Sobradelo. La asociación de vecinos O Souto se ha hecho eco de las quejas, porque ve que la carretera está a punto de inaugurarse y que no se van a cumplir las exigencias que ellos hicieron llegar al Concello ni las promesas adquiridas desde la administración local, y que pasaban, como recuerda ahora Xurxo Abuín, por subsanar los desperfectos en las propiedades particulares y en el patrimonio colectivo. Por todo ello los vecinos se sienten defraudados y amenazan con salir a la calle, una vez más. «Se non hai noticias teremos que ir á festa de inauguración. Non nos gusta, pero ao mellor é a única maneira de que se entere Pepe Blanco».

Tres son las cuestiones que más preocupan a los vecinos de Rubiáns. Las dos primeras, referentes al vial del puerto, y la tercera, a la circunvalación.

Como es sabido desde que se emprendieron las obras, los vecinos empezaron a sufrir inundaciones porque las aguas que bajaban del monte y de la carretera acababan en las fincas. Es cierto, como recuerda Abuín, que a raíz de las quejas se puso una tubería de recogida, pero como las canalizaciones anteriores son estrechas, de nada sirve que la nueva tenga 800 metros de diámetro. También se construyó una balsa de decantación, «pero semella que é para xogar ás casiñas, porque énchese enseguida e a area baixa polas fincas colindantes e cega a tubería de 800 metros de diámetro, que está obstruída». Y en Viñagrande hay vecinos que se levantan y no pueden salir de sus casas, porque la entrada está taponada por el barro que baja del monte.

El otro problema que sufren los vecinos de Rubiáns es el del acceso a las fincas. Los antiguos caminos que iban al monte quedaron destrozados y ahora, tras los movimientos de tierra, quedó una pendiente de 45 grados, «e non hai maquinaria que pase por aí». De hecho, Abuín asegura que hay vecinos que no pueden acceder a sus fincas desde hace tiempo.

Por último, Abuín se refirió a los problemas que la circunvalación norte está ocasionando a los vecinos de Abelle, porque solo hay una pequeña canaleta para recoger las aguas que además está cuesta arriba, por lo que el agua corre más de un kilómetro y arrastra piedras y arena que llegan incluso hasta los lugares de Abelle y Barbeitos.