Dos meses de gestiones en la Xunta, Diputación y concellos en busca de soluciones

La Voz

AROUSA

11 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los argumentos que esgrimen desde la empresa para mantener abierto el acuario son de tipo social. Las instalaciones se han convertido, tras quince años de historia, en un referente turístico de la comarca, un estandarte para vender O Grove, un foro de educación ambiental y un lugar para la recuperación de especies marinas, gracias a la colaboración del Cemma. «Por aquí pasaron todos os mamíferos mariños e todas tartarugas que se recolleron en Galicia», explicaba ayer Alfredo Fernández.

La afluencia de visitantes fluctúa entre los 60.000 y 100.000 visitantes al año, llegando a picos de 2.500 personas al día en una jornada de verano lluviosa, y en invierno actúa como un claro elemento de desestacionalización turística.

Buenas palabras

Por todo ello, son mayoría los que opinan que las instalaciones deberían conservarse. Lo dicen sus dueños y también lo dicen los empresarios locales y los representantes del Concello, con quienes hubo reuniones en los últimos días.

Las gestiones para salvar el acuario trascienden el ámbito local. Los socios llevan dos meses llamando a las puertas de la Xunta, la Diputación de Pontevedra, Mancomunidade do Salnés y concellos en busca de apoyo económico. En todas partes han encontrado aliados, pero de momento nadie ha pasado de las buenas palabras. Los 100.000 euros no aparecen, y sin dinero, el acuario tiene los días contados, hasta octubre.